Descripción enviada por el equipo del proyecto. Renovar este icono de la arquitectura del siglo XX, ha supuesto por nuestra parte mantener un perfil de respeto máximo y admiración por cada rincón de este magnífico edificio. El trabajo desarrollado ha supuesto devolver lo oculto del edificio, -que tras casi 40 años de vida había sido tapado o transformado- respetando obsesivamente la singularidad del edificio, recuperando sus atmósferas y materiales, haciéndolo más sostenible y accesible, y trabajando con rigor en base al módulo con el que fue construido. En su génesis, fue fundamental la búsqueda de la proporción ideal, y tras diversos estudios intencionados se dio con la medida necesaria: “el pie elefantino”.
Cada diseño del proyecto ha quedado supeditado a esa medida de manera casi obsesiva. La fachada, la planta, las escaleras, la sección, los techos, los suelos, las luminarias. Simultáneamente, la acústica de sus techos, la textura de sus paredes, el aire atemperado, el color neutro de sus suelos, el carácter de su estructura, etc. se han considerado con objeto de preservar la atmósfera original para que los nuevos espacios sean un lugar de trabajo excepcional. La manera en que toca el suelo, las fachadas gravitando nos llevaron a rediseñar el jardín perimetral de inspiración japonesa. La estrategia de intervención en el lobby ha sido su puesta en valor, recuperando la fluidez de la entrada original.
La recuperación de este espacio de entreplanta, eliminando todos los elementos añadidos a lo largo del tiempo y conformándola como un espacio limpio y diáfano en el que el mobiliario dialoga con los materiales originales, recupera la espacialidad perdida y la visión transversal del lobby hacia el espacio exterior. Para ello ha sido necesario volver a restituir el falso techo a su cota original. También volver a dejar vista la estructura de hormigón, quitar las tabiquerías añadidas, recuperar la barandilla de vidrio, unido a la restauración de los muebles de fancoils de color rojo y al forrado de los dos grandes patinillos con vidrio negro. La intervención en los núcleos de comunicación se basa en la recuperación y el respeto de los materiales originales desaparecidos: las grandes piezas de filita y el acero inoxidable pulido en sus embocaduras.
La planta semisótano fue diseñada en base a los criterios de funcionalidad, simultaneidad de usos, versatilidad y flexibilidad, proyectando nuevas salas de reuniones, un salón de actos, y dos salas de fisioterapia. El vestíbulo principal es el que organiza el funcionamiento de este espacio de reunión. Por último, se ha renovado por completo sistema de fachada. La carpintería realizada con perfiles de extrusión de aluminio anodizados al interior, presores de aluminio al exterior, y unos elementos de neopreno garantizan la rotura del puente térmico. Simultáneamente, su piel exterior, el apilado de plataformas para cada piso, enfatizan de forma intensa el plano horizontal. Todo ello preservado con extrema precaución, protegiendo esta obra de arte.