Cada material tiene sus propias particularidades y, cuando se utiliza para construir, el diseño y el proceso de construcción deben acomodarse a estas características. Un edificio con estructura de acero, por ejemplo, debe diseñarse con un alto nivel de precisión para que los componentes y las piezas, generalmente fabricados fuera del sitio, se acoplen durante el ensamblaje. Un edificio de madera puede tener secciones transversales drásticamente distintas según la especie y la resistencia de la madera utilizada, o incluso según la dirección de las cargas en relación a sus fibras. En el caso del bambú, ninguna pieza es exactamente igual a las demás y cada una de ellas se estrecha y se curva de manera diferente, requiriendo de un enfoque diferente al diseñar y construir.
¿Cómo es posible trabajar con un material con tantos desafíos y posibilidades?