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Arquitectos: Alessandro Pepe Arquitecto
- Área: 171 m²
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Proveedores: Azulejo azulima, Candeeiro Canca, Guarletras, Microcement for wall & floor finish, Terracota


Una isla de cocina correctamente dimensionada es más que solo un elemento arquitectónico funcional; es un componente clave del diseño de la cocina. Más allá de sus funciones principales, una isla de cocina bien dimensionada puede servir como un espacio versátil adaptable a diversas necesidades del hogar al mejorar la eficiencia del flujo de trabajo, proporcionar almacenamiento adicional, fomentar la interacción social y contribuir a la estética general del espacio.
Ya sea utilizado como barra de desayuno para comidas rápidas, área de estudio para la tarea de los niños o centro de entretenimiento para invitados, su flexibilidad mejora la funcionalidad y habitabilidad de cualquier entorno de cocina. Sin embargo, determinar el tamaño apropiado para una isla de cocina requiere un enfoque meticuloso, combinando consideraciones espaciales, requisitos de flujo de trabajo y sensibilidades de diseño.

Desde el revestimiento hasta el sistema estructural, un edificio se compone de muchas capas. Al igual que el cuerpo humano, muchos de ellos, que suelen ser los componentes más cruciales y funcionales, permanecen invisibles para el público, cubiertos de rasgos estéticos. Entre todos los elementos ocultos, todos los edificios incluyen láminas que sirven para varios propósitos principales: proteger el piso, las paredes y los techos, fortalecer la estructura contra fuerzas internas y externas, dar solidez al edificio.
La madera es el material más común para este piso, siendo el tablero de virutas orientadas (OSB) generalmente la mejor opción. ¿Pero por qué? Fabricados con astillas de madera pegadas y comprimidas con adhesivos termocurados, los tableros OSB son ligeros, flexibles, resistentes, versátiles y totalmente reciclables. También se destacan por resistir la flexión, la deformación y la distorsión, además de ofrecer cierto aislamiento térmico y acústico. Sin embargo, además de sus buenas prestaciones y propiedades mecánicas, el OSB es especialmente conocido por ser más económico que otras alternativas, ahorrando drásticamente costos y tiempo. De hecho, este panel estructural puede ser de US$3 a US$5 más barato que la madera contrachapada, lo que explica por qué a menudo se considera su reemplazo de bajo costo.

Existen pocos materiales tan diversos y atemporales como el ladrillo, siendo considerado como un elemento básico tanto para la arquitectura tradicional como para la arquitectura moderna. En muchos casos, quitar el yeso o la pintura de un edificio histórico puede revelar valiosas paredes de ladrillo, que aportan una gran cantidad de textura, calidez y carácter a un espacio habitable. Crudo o pintado, el aspecto del ladrillo se presta para una gran variedad de estilos, desde lo rústico hasta lo industrial.
Los siguientes 5 proyectos ejemplifican cómo el ladrillo a la vista se puede utilizar para potenciar la mezcla de texturas en el diseño de espacios interiores.


Sin incluir una bañera, y sin necesidad de puertas, mamparas ni cortinas, las duchas a ras de suelo –también llamadas walk-in–, permiten aumentar visualmente el espacio al diseñar baños, entregándoles una imagen limpia y reducida a lo esencial.
Sin embargo, para su diseño se deben tomar algunas precauciones. Lo más importante: la ducha no puede quedar completamente abierta, aunque lo parezca a simple vista. La mayoría de los diseños incorporan un vidrio templado que evita que el agua "rebote" fuera del espacio de baño, cerrando sutilmente el espacio. Cuando esta división transparente no cuenta con marcos, es menos probable la aparición de hongos por acumulación de agua y humedad.
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Durante los primeros días de cuarentena en las distintas ciudades del mundo pudimos ver las calles, plazas y parques desiertos, casi inertes y desiertos. Una de las cosas que más se anhelaba los tiempos pre-pandemia, era la vida que tenían los espacios urbanos. Hemos compilado una serie de proyectos de espacio público que demuestran cómo la escala humana da vida a los lugares.



Vendida en tableros estándar de 120 cm de ancho desde 1928, la madera contrachapada ha sido un elemento básico de la construcción convencional durante casi un siglo. Dimensionalmente fuerte, fácil de cortar, liviana y capaz de crear una barrera efectiva, la madera contrachapada y otros paneles de ingeniería como el OSB y el MDF son omnipresentes, particularmente por su uso como material de revestimiento en sistemas constructivos de entramados de madera y Ballon Frame. Históricamente, embarcaciones, aviones e incluso los marcos de automóviles se han construido con madera contrachapada, antes del acero, el aluminio o la fibra de vidrio. Como un material simple capaz de ser manipulado y moldeado en una amplia variedad de formas, la madera contrachapada también fue ampliamente utilizada en muebles y diseños arquitectónicos de arquitectos como Charles y Ray Eames, Eero Saarinen, Alvar Aalto y Marcel Breuer.
