La historia de la fotografía mexicana ha contribuido a la construcción de la presencia de México en el mundo. Fotógrafos como Elsa Medina, Lola Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Maya Goded y Juan Rulfo han retratado magistralmente la vida de los edificios, casas y calles de un México decimonónico que se construía con rapidez.
La tierra es un elemento que se ha utilizado para materializar construcciones desde tiempos inmemoriales. Su bajo impacto ambiental y la variedad de técnicas existentes para trabajar este material han permitido la trascendencia de su uso en proyectos de arquitectura a lo largo de todo el mundo. Ya sea mediante tapiales, muros de tierra apisonada, paredes erguidas con sistemas de bahareque o estructuras en adobe, numerosos proyectos contemporáneos reelaboran y reinterpretan estos métodos tradicionales para dar forma a sus espacios.
Desde cabañas remotas que se integran al paisaje hasta obras construidas completamente en bambú, en los proyectos ecuatorianos, la madera se presenta como un recurso versátil, apto para resolver los requerimientos asociados al habitar. Como estructura, cerramiento o mobiliario, combinándose con hormigón, piedra, ladrillo o metal, la madera ofrece una infinidad de aplicaciones que permiten la materialización de diversas búsquedas asociadas al lenguaje y la expresividad de los proyectos.
El estado de Chiapas –localizado al sur de México, colindando con el estado de Tabasco y en frontera con Guatemala– representa uno de los estados más importantes para las culturas mesoamericanas, tales como la olmeca, maya y chiapaneca, es por eso que algunos de los atractivos turísticos más importantes de esta región son las zonas arqueológicas de Yachilán, Palenque, Chonkultic, Toniná y Bonampak, las cuales resultan importantes para entender los procesos constructivos, estructurales y sociales que fundaron este territorio.
En torno a la Casa Orozco existe una discusión sobre quién es el autor auténtico de esta obra. Luis Barragán o José Clemente Orozco. Y aunque sabemos que uno claramente se dedicó a la arquitectura, la respuesta no es tan obvia. Orozco regresa a México en 1934 por invitación del Gobierno de la Ciudad de México luego de haber vivido por 7 años en Nueva York. El encargo fue pintar un mural dentro del Palacio de Bellas Artes. Entonces, el Gobierno de Jalisco, se suma y le pide lo mismo al artista pero para tres edificios públicos de la ciudad de Guadalajara.
La región de Guadalajara en México, es conocida por ser una de las ciudades más importantes del país siendo la sexta más poblada junto con Ciudad de México, Tijuana, Estado de México, Monterrey, entre otras. Sin embargo, como se sabe el crecimiento exponencial que experimentaron las ciudades en el S.XX dio como resultado una mancha gris que se expandió más allá de los límites geográficos y la capital del estado de Jalisco no fue la excepción ya que, en consecuencia a esto se determinó la Zona Metropolitana de Guadalajara o Área Metropolitana de Guadalajara que conjuga los principales municipios que rodean la capital.
Las cafeterías son unos espacios cuya historia se remonta al siglo XV antes del surgimiento de Europa en los países árabes cuando empezaron a desempeñar un papel social importante ya que en varias ocasiones se describieron como tabernas en donde sucedían conversaciones importantes, se cerraban acuerdos e incluso tenían lugar debates políticos. Con el tiempo estos espacios fueron evolucionando y el concepto se expandió a países europeos como Inglaterra, Francia, Italia, Alemania en donde se trataba de lugares mucho más públicos y de encuentro de mercadores, políticos, científicos, académicos, filósofos y poetas.
La arquitectura de los centros culturales en México ha adquirido relevancia en los últimos años en donde se ha presenciado un interés latente en proveer espacios de esparcimiento y educación convirtiéndolos en hitos urbanos que atrae a visitantes de todo el país año con año.
La fotografía como medio de representación de la arquitectura, presenta cualidades indiscutibles. Con ella, es posible presentar a un público distante obras localizadas en cualquier lugar del mundo, desde vistas generales a espacios interiores y detalles constructivos - ampliando el alcance y, en cierto modo, el acceso a la arquitectura.
Sin embargo, como cualquier otra forma de representación, no es infalible. En la medida en que los avances tecnológicos permiten hacer imágenes cada vez más bien definidas y los software de edición ofrecen herramientas para retocar y, a veces, alterar aspectos sustanciales del espacio construido, la fotografía, puede alterar aspectos sensoriales y táctiles de la arquitectura. No es posible - al menos no satisfactoriamente - experimentar las texturas, sonidos, temperatura y olores de los espacios a través de imágenes estáticas.