Imagen generada con inteligencia artificial (DALL·E) por OpenAI. Cortesía de . Image Cortesía de Fabian Dejtiar
Para muchos hogares en América Latina, las cocinas y estufas a base de combustibles fósiles y biomasa, como el gas natural o la leña, son una opción económica y accesible. Sin embargo, estos artefactos plantean ciertos desafíos: son fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyen a la contaminación intradomiciliaria y evidencian la necesidad de políticas que promuevan una matriz energética residencial más limpia. Estos retos adquieren mayor urgencia al considerar que 2024 ha sido el año más caliente jamás registrado, con un aumento de 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales, impulsado por niveles récord de GEI derivados de actividades humanas, subrayando así la importancia de adoptar soluciones sostenibles en todos los sectores, incluido el residencial, a nivel mundial.
Durante una presentación en vivo para la 19ª Exposición Internacional de Arquitectura, el curador Carlo Ratti dio a conocer la programación de la edición de este año. La Bienal de Arquitectura de Venecia 2025 incluirá 66 pabellones nacionales, con 4 países representados por primera vez: la República de Azerbaiyán, el Sultanato de Omán, Qatar y Togo. La exposición, dividida entre los Giardini (26), en el Arsenale (22) y en el centro de la ciudad de Venecia (15), explora el tema "Intelligens. Natural. Artificial. Collective", reuniendo a más de 750 participantes, incluidos individuos y organizaciones que forman equipos interdisciplinarios y multigeneracionales. Según los números publicados, la edición de este año se perfila para convertirse en la Bienal de Arquitectura más grande celebrada en Venecia.
Hace 25 años, cuando nació en Suiza el estándar de construcción sostenible Minergie, diseñado para reducir el consumo energético y mejorar el confort en las edificaciones, era difícil prever que se convertiría en una de las certificaciones más demandadas del país: actualmente, ha llegado a tener una presencia considerable con más de 50.000 edificios certificados. También era difícil imaginar su futuro en la América Latina de hoy, ¿cómo podría un sistema desarrollado para las exigencias de un país responder a los requerimientos de otra región con tan diversa geografía y cultura?
Músicos, publicistas y chefs de renombre son solo algunos de los profesionales que inicialmente encontraron inspiración y formación en la arquitectura. Mucho más allá del diseño de edificios, la arquitectura promueve una visión integral del espacio, la estética y la funcionalidad, habilidades valiosas en varios ámbitos. Los profesionales de la arquitectura están capacitados para pensar creativamente y resolver problemas complejos, aplicando esta experiencia al desarrollo de proyectos de todo tipo. Con la ayuda de la tecnología y las herramientas de Inteligencia Artificial, este campo puede expandirse aún más. El desarrollo urbano contemporáneo, en particular, enfrenta desafíos complejos que requieren soluciones innovadoras. Un ejemplo de incursiones de arquitectos/as sobre diferentes áreas de la vida cotidiana en el sitio de diseño o construcción es el Grupo OSPA, con sede en Porto Alegre, que a pesar de haber comenzado como una oficina de arquitectura, con el paso de los años, ha evolucionado hasta incluir tres actividades verticales principales desempeñando un papel crucial en el desarrollo urbano: Responsive Cities Institute, Urbe.me y Place.
Europa del Este y del Sur está soportando una ola de calor severa, con temperaturas que alcanzan más de 40 grados Celsius en muchos países, incluyendo Grecia, Croacia, Macedonia y Rumania. Impulsada por el aire caliente del norte de África, esta ola de calor prolongada ha generado amenazas significativas para los residentes y ha sobrecargado los mecanismos de protección y mitigación climática de las ciudades. A medida que las olas de calor exponen las vulnerabilidades de las infraestructuras urbanas, las ciudades de Europa están trabajando para implementar medidas que aborden estos desafíos.
El compromiso global con las emisiones netas cero y la mitigación del cambio climático plantea un desafío monumental para la construcción - un sector que actualmente genera casi el 40% de las emisiones mundiales de CO₂, y cuya cifra se espera siga en aumento. Adoptar prácticas sostenibles es crucial para mejorar las condiciones ambientales, y entre los objetivos principales se encuentran optimizar el confort térmico y reducir el consumo energético en las edificaciones. ¿Cómo podemos lograrlo si no es a través del aprendizaje conjunto y el intercambio de conocimientos entre distintos profesionales y trabajadores del sector?
“En distintas regiones del planeta, la naturaleza impone condiciones adversas al cuerpo humano. En estos lugares, diseñar un edificio es casi como crear ropa: un artefacto que protege y ofrece comodidad. Este desafío requiere prestaciones tecnológicas que deben combinarse con la estética. Hacer que los seres humanos se sientan bien implica algo más que satisfacer nociones de confort y seguridad; también se trata de trabajar con los espacios en sus dimensiones simbólicas y perceptuales”. Así comienza la descripción del proyecto de la Estación Antártica Comandante Ferraz de Estúdio 41, ubicada en la Península de Keller, donde el mar circundante se congela durante unos seis a siete meses al año, en el que todo y todos llegan por avión o barco y la ferretería más cercana está a días de distancia. Si diseñar un edificio ya presenta innumerables complejidades, no es difícil imaginar los desafíos adicionales al desarrollar algo en un ambiente extremo, como temperaturas muy altas o bajas, o en lugares susceptibles a la corrosión, radiación, entre otros. En este artículo exploraremos las dificultades, las principales soluciones y los materiales utilizados en estos contextos.
Los recursos limitados se están convirtiendo en un desafío cada vez más común en la arquitectura. Hoy en día, independientemente de la región, los proyectos se ven afectados por la disponibilidad de recursos, a la que ahora se suman consideraciones medioambientales. Esta situación, lejos de ser restrictiva, nos impulsa a explorar nuevas posibilidades sobre cómo concebimos el entorno construido. En este contexto, es crucial entender que los recursos no sólo se limitan a la economía sino que también incluyen aspectos tecnológicos, materiales y espaciales. Así, podemos mejorar nuestra creatividad y eficiencia ampliando nuestras reflexiones al abordar el diseño arquitectónico y sus desafíos, haciendo más con menos.
A nivel comunitario, el desafío se vuelve aún más significativo cuando consideramos que nuestros proyectos no sólo deben estar diseñados para superar estas "limitaciones", sino también para impactar positivamente a sus comunidades. Por ello, los proyectos contemporáneos deben presentar diferentes estrategias para superar las limitaciones de recursos y materiales según el contexto, buscando siempre lograr un impacto positivo y convertirse en propuestas poderosas e ingeniosas al mismo tiempo que democratizan el acceso a la arquitectura.
https://www.archdaily.mx/mx/1016774/crecimiento-comunitario-a-traves-de-la-arquitectura-maximizando-recursos-limitados-para-un-impacto-positivoEnrique Tovar
Isla de plástico. Imagen Cortesía de Emily-Claire Goksøyr
Mientras lees esto, podrás notar que estás rodeado de varios elementos hechos de plástico. Esta omnipresencia no es coincidencia; de hecho, la versatilidad del plástico lo ha vuelto adecuado para una variedad de aplicaciones, y su inventor, Leo Baekeland, lo describió como “el material de los mil usos”. Sin embargo, cuando se trata de impacto ambiental, el problema reside en sus propias cualidades: es tan duradero, adaptable y fácil de producir (430 millones de toneladas por año) que, según datos de la ONU, el equivalente a 2.000 camiones de basura llenos de plástico se vierte en los océanos, ríos y lagos todos los días.
En el entorno construido, el plástico se ha incorporado a diversos materiales, productos y sistemas constructivos, contribuyendo a una crisis ambiental que afecta gravemente el bienestar de millones de seres vivos. Ante este problema, una posible dirección es dejar de utilizarlo. La búsqueda de alternativas libres de plásticos está marcando el camino hacia un futuro donde la arquitectura se desvincula progresivamente de estos materiales contaminantes, impulsando soluciones sostenibles que reduzcan nuestra dependencia de ellos y contribuyan a preservar el medio ambiente.
https://www.archdaily.mx/mx/1016421/hacia-una-arquitectura-sin-plasticos-soluciones-innovadoras-para-el-presente-y-el-futuroEnrique Tovar
Carlo Ratti, el comisario de la 19ª Exposición Internacional de Arquitectura - La Biennale di Venezia, junto con el presidente de La Biennale di Venezia, Pietrangelo Buttafuocco, han revelado detalles muy esperados para la próxima edición. Titulada “Intelligens,” la exposición se llevará a cabo del 24 de mayo al 23 de noviembre de 2025 en Giardini, el Arsenale y varios lugares emblemáticos a lo largo de Venecia.
Introspección, elevación, encubrimiento. Imagen Cortesía de Enrique Tovar
La flexibilidad de la arquitectura le permite cambiar y ajustar continuamente su forma en respuesta al progreso tecnológico, las tendencias sociales y artísticas, y las experiencias colectivas que vivimos. Los acontecimientos globales a gran escala, como las migraciones transatlánticas del siglo XIX, el impacto de la tuberculosis en el diseño y, más recientemente, los efectos de la última gran crisis sanitaria mundial (COVID-19), han desempeñado un papel importante en la configuración de la evolución de la arquitectura.
En el contexto de la crisis climática, el papel de la arquitectura y el urbanismo ha sido ampliamente debatido, ya que representa uno de los mayores desafíos de este siglo. Es innegable que si bien hay esfuerzos activos a través de políticas e innovación para evitar llegar a un punto de no retorno, la arquitectura ya se está adaptando a los cambios y condiciones extremas que provoca. Más que pensar en un escenario de futuro lejano o distópico, los paulatinos cambios en las condiciones climáticas han sido motores para modificar, a través de operaciones arquitectónicas, cómo concebimos los edificios contemporáneos.
https://www.archdaily.mx/mx/1015557/introspeccion-elevacion-y-encubrimiento-operaciones-arquitectonicas-para-climas-adversosEnrique Tovar
Cuando se menciona la palabra "trópico", la imagen que comúnmente nos viene a la mente es la de un lugar exótico, siempre cálido y húmedo, sujeto a fuertes y constantes lluvias que lavan el suelo y hacen crecer descontroladamente la vegetación. Impulsado por una idealización, a lo largo de la historia, este clima tropical ha sido sinónimo de paraíso y al mismo tiempo ha sido acusado de formar personas débiles por ser demasiado indulgentes.
Afortunadamente, estos juicios y asociaciones han quedado en el pasado, dando paso a proyectos teóricos y prácticos que enumeran los pros y contras de vivir en una región de clima tropical, reconociendo las diferentes estrategias aplicadas para favorecer la adaptabilidad humana en medio de estas peculiares características climáticas.
El papel principal de la arquitectura es crear estructuras que nos protejan del medio ambiente y, a su vez, espacios seguros y cómodos para todo tipo de necesidades y actividades. Al proporcionar refugio, la arquitectura también moldea la forma en que las personas interactúan con su entorno. Sin embargo, las tecnologías de construcción del pasado rara vez lograron crear una separación completa entre nosotros y el mundo exterior.
Si bien la impermeabilidad era un resultado deseado, los materiales de construcción porosos disponibles siempre permitían que algo de agua, viento o partículas externas se filtraran a los espacios interiores. Por el contrario, las tecnologías modernas ahora permiten envolventes de edificios casi completamente impermeables, generando una separación completa entre el interior y el exterior, y confiando así en sistemas de ingeniería para regular la temperatura, el flujo de aire o la humedad. Este artículo explora las diferencias entre estos dos enfoques contrastantes, indagando cómo se equipan las fachadas de los edificios para regular el confort interior y su impacto ambiental.
CityMakers, la comunidad global de arquitectos que aprenden de ciudades modelo y de sus “makers”, está trabajando con Archdaily para publicar una serie de artículos sobre Barcelona, Medellín y Róterdam. Sus autores son los propios arquitectos, urbanistas y/o estrategas de los proyectos que han transformado estas tres ciudades y que se conocen en las “Escuelas de Ciudades” y “Cursos-Documentales” realizados por CityMakers.
En esta ocasión, Jaume Barnada, coordinador del premiado proyecto de Refugios Climáticos en las escuelas de Barcelona y ponente en las “Escuelas de Ciudades”, nos presenta su artículo “Barcelona, el lugar público como sinónimo de adaptación de la ciudad construida”
Las ciudades son espacios construidos y densos en los que los pavimentos se han impuesto eficientemente al suelo natural. Ciudades como Barcelona tienen casi un 75% del suelo pavimentado e impermeable. Sin duda es un exceso a revertir en un momento de emergencia climática, donde debemos reencontrarnos con la naturaleza. Oriol Bohigas[1]nos decía que la buena urbanización había hecho pavimentar las plazas de las ciudades mediterráneas y que nadie quería vivir en un barrizal. Seguro que tenía razón. También, nos enseñaba que el verde y, en consecuencia, el suelo natural tenía que disponer de dimensión y en especial de posición urbana. Las plazas son plazas y los parques son parques, y cada espacio tiene un tipo de proyecto.
A medida que comenzamos el año 2024, las ciudades europeas presentan diversos indicadores de desarrollo urbano que marcan el camino para el nuevo año. Bajo los temas de movilidad urbana en Bruselas, sostenibilidad en Valencia, Ciudades Inteligentes en Rotterdam y enfriamiento urbano en París, cada ciudad está haciendo progresos destacados en el camino hacia 2030. En estas diversas tramas urbanas, las ciudades europeas están demostrando un compromiso para definir desafíos y trabajar hacia la conformación de un futuro consciente del clima.
La conferencia bienal de la ONU sobre el clima, COP28, concluyó en Dubai esta semana con el compromiso de eventualmente "eliminar" los combustibles fósiles. Fue un gesto clásico de vaso medio lleno/vaso medio vacío. Sí, como señalaron los optimistas, fue la primera vez que se hizo alguna referencia a alejarse de los combustibles fósiles en el texto del comunicado final. Pero, al igual que en COP anteriores, esta resolución también es no vinculante y se alcanzó entre protestas tanto de los países productores de petróleo como de los países en desarrollo que dependen de las cadenas de suministro energético existentes para su crecimiento futuro. La naturaleza tortuosa del resultado, diluido y oficialmente ineficaz, me dejó desanimado. Si no podemos ponernos de acuerdo sobre la naturaleza del problema, será excepcionalmente difícil solucionarlo.
Para obtener perspectiva, me puse en contacto con el activista de toda la vida Bill McKibben. Profesor en Middlebury College, ha publicado 20 libros; su primero, The End of Nature, se publicó en 1989. Fue, junto con el Dr. James Hansen, uno de los primeros en sonar la alarma climática. McKibben es un escritor colaborador de The New Yorker y fundador de Third Act, que organiza a personas mayores de 60 años para trabajar en justicia climática y racial. En colaboración con siete estudiantes de Middlebury, fundó 350.org, la primera campaña climática global de base.
COP28, o la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, se llevó a cabo en Dubai del 30 de noviembre al 13 de diciembre. La reunión anual reúne a representantes de 198 países, así como líderes de la industria, para discutir y establecer estrategias para limitar la magnitud del cambio climático y sus efectos adversos. El objetivo final de estas reuniones es encontrar formas de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados Celsius en comparación con los tiempos preindustriales. En este momento, el aumento de la temperatura global ya está en 1,2 grados Celsius. Dado que la industria de la construcción en su conjunto representa el 39% de las emisiones globales, los arquitectos y planificadores tienen un interés compartido en los resultados de esta cumbre internacional. Sigue leyendo para descubrir algunos de los puntos clave de la COP28.