Urbanización de la Plaza Amárica / Apraiz Arquitectos

© Inés Apraiz Castellanos

Arquitectos: Apraiz Arquitectos (Inés Apraiz Castellanos) Ubicación: Vitoria-Gasteiz, País Vasco, España Año Proyecto: 2011 Área Proyecto: 4.539,00 m2 Arquitecto Técnico: Pedro María Gómez Gómez Contratista: Excavaciones Arriaga S.A. y ARALAN Promotor: Vinci Park España Propietario: Ayuntamiento de Vitoria- Gasteiz Fotografías: Inés Apraiz Castellanos

La plaza original se construyó hace aproximadamente 20 años en homenaje al pintor y paisajista vitoriano Fernando de Amárica, que en los años 50 tenía su casa situada en esta misma manzana, en el corazón de la ciudad. La casa contaba con un amplio y exótico jardín de frondosos árboles, habitado por pavos reales que lo recorrían libremente para deleite de los ciudadanos de la época que los  contemplaban a través de la verja. Este hecho puramente anecdótico ha pasado sin embargo a formar parte de la memoria colectiva de la sociedad de toda una época.

Emplazamiento

La plaza que años después de su muerte se construyó en su honor, no hacía referencia expresa al pintor salvo en el hecho de que en el centro de su geométrica distribución, se colocó una escultura- fuente dedicada a su persona. Se trataba de una plaza diseñada a partir de un dibujo geométrico muy rígido y simétrico, de trazos duros, con jardineras elevadas sobre el nivel del suelo y bordeadas por muretes que actuaban de barrera infranqueable entre la vegetación y el peatón.

© Inés Apraiz Castellanos

Siguiendo esta forma geométrica, los pasos a través de la plaza se organizaban mediante ángulos rectos, impidiéndose la posibilidad de cruzar diagonalmente el espacio de un extremo a otro, o de cualquier otra sencilla manera que no implicara giros de 90º. Al tratarse de un jardín tan formal y abstracto, no respondía a influencia alguna del entorno en el que se ubicaba ni se generó a raíz de las necesidades de los usuarios que lo frecuentaban, siendo ésta una plaza muy concurrida como zona de estancia y paso al tratarse de un espacio muy céntrico de la ciudad.

Con el tiempo surgieron diversas necesidades de programa que la plaza no pudo absorber correctamente: a falta de una zona lo suficientemente amplia, los juegos infantiles se situaron divididos en dos, en ambos extremos de la plaza, y los conciertos de verano y del festival de jazz se instalaban de manera precaria, aprovechando los pocos espacios libres con los que contaba la plaza.

© Inés Apraiz Castellanos

NUEVOS USOS: CONSTRUCCIÓN DE UN APARCAMIENTO SUBTERRÁNEO.

Varios eran los objetivos a conseguir con el diseño de la nueva plaza de Amárica:

- Integrar perfectamente en el entorno los elementos que emergían del aparcamiento subterráneo (dos rampas,los dos módulos de ascensores y un conducto de ventilación central de grandes dimensiones), de forma que no se percibieran como unos elementos “intrusos” que restaran espacio y vistas, sino que por el contrario pasaran a formar parte imprescindible del diseño y de la estética que caracterizara a la nueva plaza.

Sección 03

- Resolver los problemas de paso y uso que la rigidez del anterior diseño originaban. El nuevo diseño tenía que facilitar el paso a través de la plaza y su cruce en diagonal de una manera sencilla y directa, sin por ello perder calidez en los espacios de estancia. Es por ello que se propició la aparición de un corredor central, de paso más evidente, y dos zonas de estancia laterales donde el paso se produce de manera más residual, con un pavimento de textura arenosa tipo aripaq (en amarillo en el plano pág.03) y rodeadas de vegetación, en un intento de recrear un entorno de parque, en el centro mismo de la ciudad.

Además del paso a través de la plaza, otro problema del anterior diseño era la existencia de unos muretes que reseguían la alineación de las fachadas de las dos calles situadas al Norte y al Sur, calles que en algunos puntos sus aceras apenas tienen dos metros de anchura, y que al llegar a la plaza desaprovechaban su oportunidad de ampliarse por culpa de dichos muretes (marcados en el plano con trazo rojo, pág. 03). Ahora la plaza da un respiro a ambas calles permitiendo que sus aceras se esponjen y facilitando un acceso permeable al interior de la plaza.

© Inés Apraiz Castellanos

- Unificar los juegos infantiles en la parte central de la plaza, lejos de las calzadas de abundante tráfico.

- Mantener la misma superficie de espacios verdes con que contaba la antigua plaza. A pesar de que las rampas, módulos de ascensores, etc., restan superficie a la plaza, se ha conseguido mantener los metros cuadrados destinados a zonas verdes gracias a una mejor optimización del espacio.

Planta

Otra diferencia importante es que, mientras antes existía un muro perimetral alrededor de todos los jardines, que separaba al peatón de las zonas verdes, en el nuevo diseño se  contempla que todas las zonas de hierba sean transitables, y en lugar de elevar el terreno mediante el uso de muretes, ahora la vegetación forma pequeñas colinas redondeadas de suave pendiente, que invitan a su uso. Donde antes había geometría y vegetación contenida en enormes jardineras, ahora hay formas sinuosas y hierba que nace a ras de suelo. De esta forma se da la paradoja de que el actual diseño de los jardines no da evidencias de que debajo exista un parking, y sin embargo antes, que no había aparcamiento súbterráneo, sí que parecía que lo hubiera (las jardineras elevadas suelen ser un recurso muy habitual en los espacios públicos situados sobre aparcamientos, a fin de excavar a menor profundidad).

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MÓDULOS DE ESCALERAS Y ASCENSORES: LA FORMA.

El acceso peatonal al parking se produce a través de dos módulos situados en los extremos diametralmente opuestos de la plaza. Dichos módulos no quieren ser una mera servidumbre de paso hacia el aparcamiento, ya que con su singularidad aspiran a personalizar el espacio, convirtiéndose en elementos característicos de la plaza.

Núcleos

La singularidad de los módulos de ascensor y escaleras, radica en el hecho de que se trata de unas estructuras de hierro y cristal, donde las fachadas se abren hacia el exterior y el concepto de cubierta desaparece, siendo sustituido por dos fachadas inclinadas más, situadas de forma que ninguna cara permanece paralela entre sí ni mantiene la horizontalidad, conformando un volumen de formas ageométricas como si se tratara de un mineral que ha cristalizado en la plaza.

Es precisamente el hecho de que todas sus fachadas se inclinen, el que permite que toda la superficie de la piel exterior sea acristalada, sin machones opacos ni paredes ciegas, y de esta forma se permite también que toda la superficie se ilumine por la noche homogéneamente, sin crear zonas oscuras o sombras que alteren el efecto de continuidad en la piel del mineral”.

© Inés Apraiz Castellanos

El cuerpo del ascensor se despega por tanto del cerramiento perimetral, constituyendo un prisma independiente que, por necesidades de ventilación directa, emerge por encima del cuerpo acristalado, todo él recubierto de panel de aluminio compuesto que le confiere un aspecto brillante y satinado. El resto de conductos necesarios para la adecuada ventilación de las escaleras y los vestíbulos situados en las diversas plantas, se desvían convenientemente, desapareciendo de la vista para no enturbiar el resultado final.

© Inés Apraiz Castellanos

MÓDULOS DE ESCALERAS Y ASCENSORES: EL HOMENAJE.

Volviendo a la figura del pintor Fernando de Amárica, y en recuerdo de su exótico jardín y de los pavos reales que por él paseaban y qué tanto impresionaron en su día a los que eran niños entonces, la plaza quiere rendir un pequeño homenaje ya no al genial paisajista, si no a la faceta más personal y humana del personaje. Es por ello que los colores elegidos para todos los elementos acristalados de la plaza, desde los módulos hasta las barandillas, se inspiran en los verdes, marrones, azules y limas, propios de las plumas de los pavos reales que un día habitaron su jardín.

© Inés Apraiz Castellanos

Además del uso de esta paleta de colores en los cristales, se ha diseñado un elemento que supone un guiño de complicidad hacia el que conoce esta historia: se trata de una serie de flores en forma de pluma (o plumas en forma de flor) que liberan unas esporas que ascienden en trayectorias erráticas, y que se han empleado para personalizar tanto la brillante superficie de los ascensores como las papeleras, y su silueta aparece también en los parasoles de los juegos infantiles.

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Sobre este autor/a
Cita: Karina Duque. "Urbanización de la Plaza Amárica / Apraiz Arquitectos" 14 jul 2012. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/02-168690/urbanizacion-de-la-plaza-amarica-apraiz-arquitectos> ISSN 0719-8914

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