Células Sociales para la Emergencia / Jose Ulloa Davet & Delphine Ding

Esta propuesta pertenece a la oficina de Jose Ulloa Davet & Delphine Ding, la cual se presentó como parte del encargo realizado por la revista Wallpaper tras ser seleccionado como uno de los 30 arquitectos de su directorio 2010.

Las condiciones del encargo impuesto por Wallpaper apelaban a una visión local y única, pero sin olvidar las preocupaciones económicas y medioambientales presentes en el contexto global.

La propuesta plantea un sistema de agrupación que se ajusta la realidad local, la cual muchas veces es racionalizada por los arquitectos imponiendo modelos que la mayoría de las veces no se adaptan a la manera de vivir que tienen los asentamientos informales, tema que ha cobrado prioridad tras el terremoto ocurrido en Chile el mes de Febrero.

Memoria A partir de una célula arquitectónica, prefabricada y de bajo costo, con distintas posibilidades de agrupación, se busca responder a la diversidad numérica de las familias y las comunidades afectadas por la catástrofe. Potenciar la condición transitoria de la emergencia; como si fuera vivir por un tiempo determinado en una hospedería, reflejando la reconstitución natural e instantánea de la sociedad alrededor de una olla común y la solidaridad vecinal. Para entender la emergencia no sólo como una catástrofe, sino como el re-emerger de una sociedad a partir de una familia de familias.

1.- Célula Constructiva Escala básica modular: el sistema constructivo

Entendiendo el apremio de tiempo y presupuesto, la construcción de la célula básica responde a una fuerte capacidad de modulación y eficiencia de uso en los materiales, permitiendo una rápida ejecución tanto en la prefabricación de los módulos en maestranza como en la implementación de éstos in situ, redundando en la eficiencia presupuestaria como regla básica de diseño.

Construida con paneles sándwich hechos en maestranza, aislados con fieltro y estructurados en base a placas de madera terciada y palos de madera de 2×3”, la célula de 3,25 x 3,25 mts. se construye como la expresión mínima de la familia: la casa habitación, cuya norma básica es proteger del frío y la lluvia. Todas las caras de la célula están ensambladas con perfiles metálicos que facilitan la fabricación, el ensamblaje y posterior desmontaje para ser reutilizable en futuras emergencias, para lo cual es estrictamente necesario que su propiedad sea pública. La forma de este módulo está determinada por la intersección de las medidas de 3.20, estándar de los palos, con la medida 2,44, estándar de las placas y el aislamiento de fieltro. Entre estas dos dimensiones se encuentran los puntos de conexión entre las células sociales. La eficiencia modular genera una célula cuyo techo es plano, para construir todas las caras con sólo 3 tipos de paneles. La impermeabilización de la cubierta está constituida por una lona impermeable, una carpa cuya única función es proteger del agua, ya que la protección térmica está dada por los paneles sándwich con aislamiento térmico incluida.

2.- Agrupación de Células Escala primaria: La familia variable

Una familia puede estar formada por un matrimonio joven con un bebé, por una pareja con hijos adolescentes, una madre soltera con un hijo, así como por una familia de 4 miembros con allegados, además de muchas otras configuraciones. A través del módulo base se pueden configurar diversas soluciones temporales, con la casa-habitación como solución primaria, dando 1 módulo a la familia con un bebé, dos módulos a las que tienen hijos y tres módulos a las con allegados, integrando más módulos según la relación de parentesco o amistad entre los diferentes componentes humanos del sistema. La configuración formal, en la cual dos módulos de la misma familia se combinan sólo por la esquina, aumenta la independencia acústica, permitiendo una mayor privacidad entre los padres y los hijos. El módulo de los padres siempre será el último del sistema, siendo el módulo de los hijos, con su menor necesidad de privacidad, el que conecte con el sistema de recintos comunes.

3.- Agrupación de organismos familiares Escala intermedia: familia de familias

Una vez establecidas las necesidades de agrupación familiar (escala básica), se genera el sistema que agrupa las diferentes familias agrupadas por amistad, parentesco o vecindad. La agrupación intermedia considera 5 recintos comunes: cocina, estar, comedor y dos células sanitarias con 4 baños cada una, pudiendo destinarse 1 baño por familia o segregarlos entre hombres y mujeres, dejando un baño para visitas que da flexibilidad al sistema. A estos recintos comunes se les anexan los módulos familiares, con un número ideal de 7, intentando que sean número impar y no superar esta medida, ya que la organización grupal se debe dar por los jefes o jefas de familia sentados en la misma mesa, pensando que un número mayor implicaría dificultad de acuerdo y organización.

En esta escala de organización se reconoce el germen primario a partir del cual un pueblo se reconstruye y se levanta, representado por la olla común y la solidaridad como respuesta automática a la catástrofe.

La temporalidad de la hospedería

Al agrupar las células familiares con todos los servicios y espacios comunes compartidos, como si se tratase de habitar un hostal, la sensación de temporalidad es evidente, impidiendo prolongar la estadía en comunidad de forma indefinida, e impulsando a los moradores de la emergencia a centrarse en sus labores de reconstrucción para volver a la independencia que tenían antes de la catástrofe. Sin obstáculos pragmáticos, podrán concentrarse en la reconstrucción definitiva de sus pueblos; sin usar sus recursos humanos y económicos en labores de adaptación de la vivienda a los estándares mínimos de intimidad y habitabilidad.

4.- Agrupación del barrio emergente La agrupación de conjunto

Los diversos grupos de familias, con sus distintas configuraciones, han de unirse para compartir servicios básicos: empalmes de electricidad, alcantarillado, lavanderías, zonas de esparcimiento, sedes sociales, etc. Ahorrando sumas importantes para las necesidades definitivas Dependiendo del lugar y del orden de la agrupación de familias, así como la accesibilidad a las redes urbanas; el sistema será distinto, permitiendo la adaptación sistemática a las variables sociales y del entorno local.

Este conjunto, para mantener la condición temporal, ha de estar situado en terrenos públicos, que mediante un arriendo subvencionado, delimite la posibilidad de permanencia al tiempo necesario para la reconstrucción definitiva.

Conclusión Pasado y futuro

Sabemos por nuestro pasado que Chile está enfrentado a continuas catástrofes naturales que nos obligan a repensar continuamente en cómo construimos nuestro país y la sociedad y cómo debemos reaccionar a estas situaciones. Al caer la arquitectura, al caer la ciudad, cae la sociedad. La sensación para los que vivieron la catástrofe es que se había derrumbado el estado, en estos momentos hubo dos formas de reaccionar:

-La individualista y antisocial: Los saqueos y vandalismo se tomaron las calles de las ciudades, momentáneamente sin ley, donde la autorregulación moral social se había perdido, como animales peleando por su supervivencia, la lucha del individualismo, el regreso del primate.

-La comunitaria y solidaria: La reorganización automática alrededor de la vida en comunidad y la olla común, la distribución de roles, la organización vecinal, nacieron en los pueblos, que días después se extendió a todo el país, representado por campañas nacionales e internacionales de solidaridad. Caravanas de ayuda para asistir a los damnificados, vecinos que acogen a otros que antes no conocían, gente prestándose ropa y alimentándose en grupo. Es aquí donde se estructura la sociedad que nos enorgullece y donde está el verdadero capital social y potencial de renacimiento: La organización desde la escala más pequeña de la sociedad (individuo-familia); pasando por la intermedia (amigos, vecinos, familia de familias) a la final (organización de un barrio y de un pueblo), para distribuirse las tareas necesarias en la reconstrucción definitiva de las edificaciones que dieron marco a sus vidas y memorias. Una reconstrucción que no debería ser menos que un pasado en versión mejorada: La oportunidad de construir un futuro mejor, como la ramificación de un pasado que podría haber sido, estrechamente vinculado a lo que fue. Reconstruir lo mejor del recuerdo fusionado con lo mejor de los sueños.

Futuros para la solución transitoria:

Para las células sociales, una vez terminado el período transitorio, habrá dos posibles destinos:

A.- Solo el recuerdo de la estancia transitoria en la hospedería quedará en el lugar, como una experiencia esencial de sus vidas, como aquellos que compartimos casa con otra gente durante nuestras vidas y aprendimos mucho de ello, saliendo de la experiencia como personas más respetuosas y tolerantes. Las células serán desarmadas a la espera de la próxima catástrofe, pero los proyectos comunes, las tertulias, la reorganización y las nuevas redes sociales derivada de haber compartido con gente distinta, generarán el substrato necesario para que los pueblos vuelvan a levantarse.

B.- La formalización de la agrupación permitirá guardar ciertos conjuntos como un memorial de esta vida transitoria, siendo posible su uso como talleres de formación, salas cuna, escuelas básicas, talleres, hostales etc. Pudiendo configurarse como una etapa siguiente del emerger de los pueblos necesitados

Sobre este autor/a
Cita: Giuliano Pastorelli. "Células Sociales para la Emergencia / Jose Ulloa Davet & Delphine Ding" 21 jun 2010. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/02-46283/celulas-sociales-para-la-emergencia-jose-ulloa-davet-delphine-ding> ISSN 0719-8914

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