La construcción del hombre desde la arquitectura y la techné en la ciencia ficción

© Moon (2009) - Sony Pictures

Desde sus inicios embrionarios, la ciencia ficción se ha preguntado por el futuro del hombre y su entorno. Por cómo la construcción de ciudades y la promesa del mundo moderno lo llevaron a creer en un futuro inconmensurable y seguro. Pero pronto se daría cuenta que este fastuoso sueño se convertiría en una pesadilla para el planeta que habitaba y para el mismo. Las temáticas sobre una condición post apocalíptica se volvieron recurrentes en el género debido a los acontecimientos que brindaba la realidad mundial en todos los órdenes: económicos, políticos, sociales y científicos, que presagiaban un mal futuro para el hombre y su planeta.

Estas visiones futuristas llenaron al cine de historias de aventuras y viajes a otros mundos, donde nuevas posibilidades aseguraban su permanencia en el universo. De aquí se desprenden grandes clásicos del cine de ciencia ficción como Metrópolis, de Fritz Lang (1927), en donde la ciudad moderna destilaba injusticia; 2001: Odisea en el espacio, de Stanley Kubrick (1968), un viaje al infinito y a la evolución humana; Blade Runner, de Ridley Scott (1982), donde las exploraciones genéticas buscan hacer más humanos a los androides que los mismo humanos; y por último se encuentra Moon, de Duncan Jones (2009), una nítida abstracción del género, donde la arquitectura sutura el tiempo y el espacio para develar los más crudos interrogantes del hombre:

© Moon (2009) - Sony Pictures

"¿Dónde estamos ahora? Hubo una época en la que la energía era una mala palabra, cuando encender la luz era una decisión difícil. Ciudades con apagones, escasez de alimentos, autos que quemaban combustible para funcionar. Pero eso era el pasado. ¿Dónde estamos ahora? ¿Cómo hacemos que el mundo sea mucho mejor? ¿Cómo hacemos que los desiertos florezcan? En este momento somos el mayor productor de energía de fusión del mundo. La energía del sol atrapada en la roca, cosechada con máquinas en la cara oculta de la luna. Hoy, producimos suficiente Helio-3 de combustión limpia para colmar las necesidades de energía de casi el 70% del planeta. ¿Quién lo hubiera imaginado? Toda la energía que necesitábamos estaba sobre nuestras cabezas, la energía de la luna, la energía de nuestro futuro".

Lunar Industries S.A.

El anuncio publicitario con el que inicia la película, enmarca el relato de la superación de un futuro distópico pero cercano, en donde los recursos de la tierra han sido agotados y el incesante deseo del hombre por colonizar otras superficies siderales lo condujo a encontrar, en la cara oscura de la Luna, una fuente inagotable de energía. Dentro de las exploraciones por parte del género de ciencia ficción, las mutaciones y adaptaciones de la arquitectura a estas posibles condiciones, intuye que la creación de ciudades o cualquier tipo de asentamiento humano representa una nueva comprensión del espacio, la gravedad y el territorio.

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Sam Bell es un astronauta que ha vivido, por casi tres años, en una base lunar llamada Sarang, situada en la cara oscura de la Luna. Es contratado por Lunar Industries para llevar el control de maquinaria que extrae Helio-3 como principal fuente de energía para la tierra. Una labor que ha tenido que desempeñar con la única compañía de un robot auxiliar llamado Gerty. Debido a problemas en los satélites, la comunicación que tiene con la tierra no se lleva de manera simultánea, así que el contacto que tiene con el centro de control y su familia se basa en mensajes previamente grabados.

A poco tiempo de terminar el contrato y volver a casa para reencontrarse con su esposa Tess y su hija Eve, de tres años, su condición mental y física empieza a deteriorarse notablemente, experimentando migrañas y alucinaciones que le hacen perder el control de sus labores. Tras un grave accidente, con una de las cosechadoras, despierta de nuevo en la base sin conciencia de lo ocurrido, pero ya no está solo. En la base se encuentra con él mismo pero tres años más joven, quien sostiene que ¨acaba de empezar el mismo periodo laboral¨ que el está por terminar.

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La desconcertante situación genera incomodidad para los dos personajes que se culpan mutuamente de aquel insólito encuentro. Al descubrir que todo hacía parte de una duplicidad manipulada por parte de Lunar Industries, se revelan más secretos que enfrentan a Sam a asumir un fuerte conflicto existencial. Debido a la necesidad, por parte de la corporación, de ocultar el hallazgo de Sam, se envía un equipo de rescate que aparentemente sólo quiere devolverlo a casa.

La atmósfera psicológica que maneja la película se va construyendo a partir de las sombrías metáforas del futuro, donde la manifestación de una condición deshumanizante a la que se enfrenta Sam, desencadena cuestionamientos éticos sobre la condición de la clonación genética y la inconcebible situación de conocerse a sí mismo. La tensión entre los tres elementos protagonistas: Sam, la música y la configuración del espacio, conducen por medio del suspenso el surgimiento de los principales cuestionamientos del film.

© Moon (2009) - Sony Pictures

La presentación del personaje de Sam como un ¨hombre¨,  se origina desde dos atribuciones artificiosas: la construcción por parte del androide de una humanidad artificial y la disposición arquitectónica, por parte de la corporación, donde él debe vivir. En primer lugar la inserción de implantes de memoria de una vida que no le pertenece desarrollan en él emociones, sentimientos y esperanzas que se reflejan en sus sueños. Y aunque queda un poco inconclusa la finalidad de atribuir una sensibilidad humana a un androide que no está relacionándose con otros, abre cuestionamientos sobre la pertinencia de implementar la arquitectura como configuración de espacios y todo lo que esto implica.

© Moon (2009) - Sony Pictures

Como manifestación de esa emocionalidad artificial también es clara la afirmación de una corporeidad y ciertas habilidades artesanales, donde el reconocimiento de su mundo se desarrolla de manera individual más no social, y el papel de la techné parte de elementos pre fílmicos como la relación con la naturaleza, evidenciada en el cultivo de plantas que cuida. Por otro lado la comprensión material, físico espacial y de representación del lenguaje arquitectónico que adquiere, lo impulsan a trabajar en una maqueta del pueblo donde reside su ficticia familia.

© Moon (2009) - Sony Pictures

En la segunda atribución, la disposición de un hábitat humano para Sam, establecido como la Base Sarang, configura el espacio arquitectónico con miras en atender a las relaciones funcionales, escalares y físico espaciales propias de esta aparente condición humana. Otorgándole cualidades en términos de iluminación, materialidad, distribución funcional de los espacios y mobiliario.

© Moon (2009) - Sony Pictures

El entorno construido que encuentra Sam al despertar por primera vez en la Base, condiciona su habitabilidad en el espacio desde la experiencia arquitectónica implantada. Donde los espacios fílmicos generan una interpretación virtual y visual que reconstruye, por parte del espectador, una manera imaginaria de habitar el espacio en un contexto estelar; expuesta de una manera verosímil, aún así cuando sabemos que no es real.

Trazados en la superficie lunar

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Las evidentes marcas sobre la Luna, dejadas por el paso de cosechadoras, son la representación de la explotación de los recursos en su superficie, el Helio-3.

Configuración espacial Base Sarang

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La formulación del espacio flexible al interior de la base, esta dado por compuertas al inicio y finalización de los corredores octagonales. Una estructura espacial que marca una potente estética entre la conectividad de las estancias. Distribución que es dada por la funcionalidad de las distintas áreas de permanencia como la habitación, el área de recreación, la enfermería, el vivero, la habitación de expulsión y los servicios.

Este programa se áreas se desarrolla en un solo nivel, a diferencia del  área de control de las cosechadoras, que es una extensión ubicada en un volumen que se extrae y se exhibe en el exterior, lo que le convierte en el único espacio con vista a la superficie lunar. Mientras se escalona en dos medios niveles conectados por una escalera vertical simple. El estacionamiento se encuentra afuera y se conecta con el nivel exterior por medio de una rampa.

Iluminación y materialidad

© Moon (2009) - Sony Pictures

El juego volumétrico y material presente en las superficies laterales, es potenciado por la inclusión de intervalos lumínicos que se emiten de las juntas entre estas caras y el mobiliario. Generan así una coherencia entre las pautas de color que tiñen las superficies blancas y generan transiciones que acompañan las escenas y otorgan una ambientación particular y dramática.

Circulación y recorridos

© Moon (2009) - Sony Pictures

Se generan dos tipos de desplazamientos al interior de la base, unos mecánicos propiciados por Gerty y otros orgánicos emitidos por Sam. El sistema de movilización de Gerty se encuentra centralizado por los octágonos, es decir únicamente por los corredores, teniendo acceso exclusivo al área de enfermería. De igual manera hay una clara presencia de diseños geométricos de los suelos, algunos destinados para señalización.

© Moon (2009) - Sony Pictures

Perfil del director

Duncan Zowie Haywood Jones es un director británico que nace en Kent (Inglaterra) el 30 de mayo de 1971. Hijo de David Bowie y Angela Bowie, en 1995 se graduó de filosofía en la universidad de Wooster. Abandonó sus estudios de PhD en la Universidad de Vanderbit en Tennessee para dirigir sus intereses en el cine, empezando nuevamente una carrera en la escuela de cine de Londres, donde sí culminó sus estudios. Moon fue su primera película y pretende convertirla en una trilogía gracias a su éxito.

Título Original: Moon
Año: 2009
Duración: 97 minutos
País: Reino Unido
Director: Duncan Jones
Guión: Duncan Jones, Nathan Parker
Música: Clint Mansell
Fotografía: Gary Shaw
Reparto: Sam Rockwell
Productora: Sony Pictures Classics / Liberty Film UK
Género: Ciencia ficción / Suspenso / Distopía

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Sobre este autor/a
Cita: Laura Sáenz. "La construcción del hombre desde la arquitectura y la techné en la ciencia ficción" 17 abr 2016. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/785092/la-construccion-del-hombre-desde-la-arquitectura-y-la-techne-en-la-ciencia-ficcion> ISSN 0719-8914

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