Detalles de la Selección Oficial del Pabellón de México en Venecia 2016 / Parte 1

Como parte de nuestra cobertura exclusiva sobre la participación mexicana en la 15a Muestra Internacional de Arquitectura en la Bienal de Venecia, estaremos entregando detalles del trabajo presentado por cada participante del Pabellón de México. La Selección Oficial de México en Venecia está integrada por 31 propuestas distribuidas en siete unidades de correlación, y a manera de introducción, esta ocasión detallaremos los proyectos de 1. La suma de las partes; 2. Lecciones de y para la arquitectura vernácula y 3. Esquemas para la cooperación.

UNIDAD 1. LA SUMA DE LAS PARTES

Esta sección documenta edificios que son también ensambles de materiales y relaciones sociales. Los tablados desmontables de Yucatán son expresión formal de un orden social existente. El también desmontable Pabellón Cultural Migrante es una estrategia para convertir a un grupo de personas que no se conocen entre ellas en una comunidad. Los procesos constructivos en ambos proyectos son parte integral de las colectividades que los realizan.

1. Instalaciones endémicas de la península de Yucatán / José Carlos Lavalle, Luis Alejandro Peniche, Jorge Alberto Bolio, Mauricio Gallegos, Eduardo Adolfo Calvo, Carlos Patrón, Comunidades de Yucatán

© Onnis Luque

Cada enero, los habitantes de Tunkás, Yucatán, construyen un tablado donde se realizan fiestas, corridas de toros y conciertos. Clavan columnas de madera de cinco metros en la tierra y amarran dos niveles de gradas con henequén. Una vez terminada la estructura, cubren su superficie exterior con hojas de palma. Dos semanas más tarde, los palqueros desmontan el conjunto y el pueblo recupera su cancha de softball. El tablado cuenta con 61 secciones. Cada sección, propiedad de una familia, está apoyada en la siguiente.

Se trata de una obra realizada de manera colaborativa en la que la forma, el proceso de ensamblaje y las relaciones sociales entre sus constructores y usuarios son interdependientes. La investigación coordinada por José Carlos Lavalle y Luis Alejandro Peniche registra 106 comunidades de Yucatán en donde se realizan tablados temporales en distintas fechas del año. Cada caso presenta peculiaridades constructivas que responden a la organización del pueblo y a los materiales disponibles en la zona.

2. Pabellón Cultural Migrante / Tuux, CONACULTA, Migrantes

Cortesía de Tuux

El Pabellón Cultural Migrante, concebido por el despacho de diseño industrial Tuux, fue construido en Tijuana para realizar talleres y facilitar el intercambio de conocimientos entre personas deportadas de Estados Unidos y otros migrantes. Se trata de un esfuerzo para posicionar a la cultura y el arte como herramientas de transformación social. Además, es un espacio común para una población sin representación local ni servicios. El gobierno federal planea ubicar esta estructura en distintos sitios y realizar otras en puntos de flujo de migrantes en el país.

Con seis metros de altura y catorce de largo, el pabellón está construido con piezas de plástico reciclado y madera. El ensamblado no requiere de herramientas ni conocimientos especializados, y se puede efectuar en un día. Así, el primer taller en un nuevo sitio de intervención es la construcción del pabellón mismo. Las piezas que conforman la estructura se pueden empacar en un volumen de 3 x 2.3 x 1.6 metros.

UNIDAD 2. LECCIONES DE Y PARA LA ARQUITECTURA VERNÁCULA

La obra de muchos arquitectos mexicanos está fundamentada en la arquitectura vernácula. Esta unidad explora, primero, qué podemos aprender de las estrategias de diseño, construcción y participación tradicionales y, segundo, qué contribuciones realizan los arquitectos al recuperar y transformar prácticas establecidas o al introducirlas en nuevos contextos. Algunas formas de conocimiento vernáculas han sido registradas en manuales; otras eluden la sistematización.

3. San Antonio Tierras Blancas / Valeria Prieto, Académicos y estudiantes de la Universidad Michoacana, Gobiernos federal y estatal, Habitantes de San Antonio Tierras Blancas

Cortesía de Archivo Valeria Prieto

Tras conformar un equipo interdisciplinario, la arquitecta Valeria Prieto coordinó una intervención integral en San Antonio Tierras Blancas, un pueblo purépecha en Michoacán. El objetivo fue preservar las casas vernáculas del pueblo y llevar a la práctica un modelo de trabajo para la rehabilitación de comunidades rurales. Los habitantes de San Antonio, apoyados por estudiantes y voluntarios, reconstruyeron los techos de madera de sus casas, hicieron pisos firmes de cal y arena, y empedraron las calles. Además, instalaron estufas ahorradoras de leña, construyeron letrinas secas, y crearon un sistema de captación y distribución de agua con cisternas e hidrantes comunes.

El proyecto ejemplifica cómo pueden conjugarse saberes técnicos, criterios estéticos, programas públicos y trabajo comunitario. El Manual de arquitectura vernácula, publicado por la arquitecta Prieto en 1981, es un antecedente importante del trabajo en San Antonio. Se trata de un compendio de técnicas y tipologías que califica otros manuales al retratar la arquitectura en México a partir de sus variaciones regionales y culturales.

4. Mujeres de Arcilla / Arquitectos Artesanos, Parroquia y mujeres de San Miguel Amatitlán

© Marcela Taboada

En 1993, el arquitecto Juan José Santibáñez diseñó la casa parroquial de Huajapan, Oaxaca. Un grupo de mujeres de San Miguel Amatitlán se hospedó ahí en una ocasión y, en palabras del arquitecto, “se enamoraron del proyecto”. Santibáñez diseñó una casa tipo con un esquema similar al de la casa parroquial y, con apoyo de la iglesia, las mujeres construyeron 16 unidades entre 2000 y 2002.

El trabajo de las “mujeres de arcilla” transformó las relaciones de género de sus comunidades. El libro La casa viva de María Santibáñez comenzó como un manual para multiplicar esta experiencia de trabajo. El proceso de investigación transformó el proyecto en un libro con grabados y un cuento que comunica aquello que difícilmente se puede capturar en un manual: las dimensiones sagradas del espacio doméstico y sus procesos de construcción en la Sierra Mixteca de Oaxaca. A través de talleres y otras experiencias participativas de diseño y construcción, Arquitectos Artesanos trabaja y comparte estas experiencias con estudiantes de todo el país y el extranjero.

5. Adobe for Women y deportivo en San Pedro Apóstol / RootStudio, Mujeres de la Sierra Mixteca, Habitantes de San Pedro Apóstol, Voluntarios de Oaxaca

Cortesía de Archivo Rootstudio

RootStudio realiza obras a partir del trabajo colaborativo con comunidades y voluntarios. Sus proyectos reivindican y optimizan estrategias constructivas locales y contribuyen al intercambio de conocimientos técnicos. Para los voluntarios, RootStudio ofrece una visión de la arquitectura como actividad práctica en la que el trabajo colaborativo facilita la producción de realidades construidas. Adobe for Women da continuidad al proyecto Mujeres de Arcilla realizado por Arquitectos Artesanos en la Sierra Mixteca. La iniciativa atiende peticiones de mujeres que necesitan un nuevo hogar. La producción de adobe y la construcción de las casas se realizan los fines de semana con la participación de voluntarios mexicanos y extranjeros.

Las nuevas construcciones contribuyen a transformar los patrones de género. A menudo los interlocutores del taller son comunidades con sistemas de gobierno tradicionales. En San Pedro Apóstol, miembros del gobierno indígena iniciaron un proyecto de manejo ambiental con presas, reforestación y reintroducción de animales nativos. Más adelante construyeron espacios comunes. RootStudio estuvo a cargo de realizar una unidad deportiva y una casa de campo comunitaria. Estos trabajos han conducido a la revaloración de las técnicas constructivas locales y la reactivación de esquemas de trabajo comunitario.

6. Construcciones en paja y materiales reciclados / Laboratorio de Arquitectura Básica Mx, Juan Casillas, Guillermo Galindo Reyes, Colectivo Chopeke, Habitantes de la Sierra de Chihuahua

Cortesía de Colectivo Chopeke

A lo largo de 15 años, el arquitecto Juan Casillas ha realizado construcciones con pacas de paja y otros materiales reciclados. En la casa tipo realizada en una comunidad rarámuri de Chihuahua, en colaboración con el Colectivo Chopeke (organización de estudiantes católicos), la paja permitió la construcción colaborativa de una estructura térmica, resistente y económica. El Colectivo Chopeke y los habitantes de esta comunidad han multiplicado la experiencia de la casa tipo al aplicar sus técnicas constructivas en otras estructuras.

Por su parte, Casillas ha vertido su experiencia en un manual de construcción en paja. Otros proyectos que ha realizado integran técnicas vernáculas de construcción y reciclaje de materiales, como la casa Margarita en Oaxaca, donde botellas de pet asumen el lugar de conchas marinas en la construcción de muros. En todos estos proyectos, los procesos de construcción son también estrategias para la integración de comunidades. En su papel como profesor de arquitectura en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, Casillas enseña a otros a producir “arquitectura regenerativa”.

7. Construcciones de adobe en Guerrero / Cooperación Comunitaria A.C., Habitantes de la Sierra de Guerrero

© Cooperación Comunitaria A.C.

En 2013, las viviendas de adobe en las comunidades indígenas de la montaña de Guerrero fueron dañadas por un huracán. En un diagnóstico, Cooperación Comunitaria encontró deficiencias estructurales que se debían, principalmente, a la pérdida de las técnicas constructivas originales de la región por la migración de los jóvenes y por la creencia de que los materiales industrializados eran mejores. Tras realizar estudios estructurales, Cooperación Comunitaria propuso variaciones a la tipología tradicional de la región.

Las nuevas viviendas tienen cimientos y rodapiés de piedra, contrafuertes en las esquinas y cerramientos de concreto en la corona de los muros. Para estandarizar el espesor de los muros, Cooperación Comunitaria produjo y distribuyó moldes de madera para hacer adobe. Además, introdujeron a la región un manual de autoconstrucción bilingüe, en español y me’phaa. Este proyecto ofrece una alternativa a la construcción de viviendas de block de cemento –con propiedades inferiores al adobe– de las instituciones públicas. También permite mantener la dispersión histórica de la población y de la actividad económica de la región, en vez de concentrarla en pueblos, lo cual afectaría a las prácticas culturales locales.

8. Construcciones de bambú en Tepetzintán / Centro Bambú, Habitantes de Tepetzintán

En 2013, un equipo integrado por arquitectos, ingenieros y economistas comenzó a trabajar en Tepetzintán para mejorar las viviendas de sus pobladores, una comunidad en el norte de Puebla que cuenta con bambú en abundancia. El trabajo inició con una investigación ambiental, cultural y arquitectónica. Después, se realizaron talleres de capacitación y diseño participativo, en los cuales expertos enseñaron a la comunidad el uso del bambú como material de construcción y coordinaron el diseño de una casa.

Esta casa, con estructura de bambú y piezas prefabricadas, adapta la tipología de vivienda local a procesos constructivos modulares y progresivos. Además, integra un sistema de captación pluvial y de separación y tratamiento de aguas residuales. Actualmente, la vivienda funciona como centro comunitario. Es también un modelo para otras viviendas, pues los habitantes de Tepetzintán han comenzado a aplicar los conocimientos adquiridos durante los procesos de diseño y construcción de la casa tipo en otras estructuras.

9. De sus manos / Jorge Rivera, Francisco Rivera, Salvador Macías, Margarita Peredo, Luis Aldrete, Alejandro Guerrero, Francisco Gutiérrez, Artesanos de la construcción

Los manuales de diseño y construcción sintetizan los conocimientos de los arquitectos y los ponen a disposición de no-especialistas. De sus manos es un comentario sobre estos instrumentos: documenta los aportes de los maestros de obra y los albañiles a los procesos de diseño y construcción, los cuales se transmiten entre maestros y aprendices no mediante dibujos arquitectónicos o materiales impresos, sino de manera oral y a partir de la imitación.

De sus manos es también un recordatorio de que muchos arquitectos en México se dedican a la construcción. Su trabajo es un proceso de diálogo con técnicos y artesanos del que resultan aprendizajes mutuos. Además, el papel de los arquitectos a menudo implica la negociación entre los mexicanos más ricos (clientes) y los más pobres (albañiles). La arquitectura en construcción es espacio de estas deliberaciones.

10. Silla Arrullo / Hagerman Diseños, Sociedad Cooperativa Artesanal Don Emiliano, Carpinteros de Opopeo, Michoacán

Cortesía de Hagerman Diseños

En los años setenta, el arquitecto y diseñador Oscar Hagerman conoció a miembros de una cooperativa de carpinteros de Ciudad Nezahualcóyotl que producía ataúdes. Sus ingresos eran pocos y Hagerman les propuso hacer muebles. Diseñó una línea y les ayudó a comercializarla. Entre los muebles que diseñó Hagerman se encuentra la “Silla Arrullo”, inspirada en una silla popular. Un grupo de carpinteros de Opopeo, Michoacán, estuvo presente en la ceremonia en la que la Silla Arrullo fue premiada. Se llevaron una pieza para usarla como modelo y comenzaron a producirla y venderla en mercados y calles de la ciudad. Hoy, muchos carpinteros producen variaciones de esta silla. En palabras de Hagerman, se trata de “un diseño popular que regresó a la gente”.

UNIDAD 3. ESQUEMAS PARA LA COOPERACIÓN

A partir de los años sesenta, arquitectos y comunidades organizadas en México comenzaron a formular alternativas a los conjuntos habitacionales del estado y a los asentamientos irregulares en las periferias de las ciudades. Esta unidad presenta algunos de los sistemas de construcción participativa, de crecimiento progresivo y de financiamiento comunitario que desarrollaron. Aspectos de estos sistemas se han implementado en otros contextos; todos siguen ofreciendo modelos viables para la construcción de nuevas viviendas y colonias.

11. Cooperativa Palo Alto / Cooperativistas, Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento A.C. (COPEVI), Hábitat Participativo

© Livia Radwanski

Ante el riesgo de ser desalojados en 1971, los trabajadores de una mina de arena al poniente de la Ciudad de México la ocuparon y fundaron la primera cooperativa de vivienda en el país. Los antiguos mineros vivían en casas de cartón; con la ayuda del Centro Operacional de Vivienda y Población (COPEVI) y otras organizaciones, diseñaron y edificaron casas permanentes de manera colaborativa. Las mujeres tuvieron un papel central en los procesos de formación de la comunidad. Los cooperativistas construyeron sus casas con block y prefabricados de ladrillo hechos ahí mismo. Las unidades fueron diseñadas para crecer de manera progresiva.

Hoy, la gran mayoría ha llegado a su etapa final. Se trata de un caso singular en el que la transformación de las viviendas a lo largo de décadas ha contribuido a la mejora del conjunto y sus espacios comunes. Si bien ha enfrentado problemas legales, la cooperativa sigue activa y representa un punto de resistencia contra la especulación de la tierra. Los terrenos baldíos a su alrededor han sido ocupados por edificios de oficinas corporativas y colonias cerradas de clase alta.

12. Unidades habitacionales, Cohuatlán, Apatlaco y Xacalli / Taller de Vivienda de la UAM Xochimilco, Habitantes de las unidades habitacionales

© Onnis Luque

Por más de treinta años, el Taller de Vivienda de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ha realizado investigaciones y proyectos que ofrecen alternativas para la producción de vivienda en México, al conjugar estrategias de diseño participativo con diseños flexibles y progresivos que usan el método de los soportes. Entre 1975 y 1978, miembros del taller participaron en la realización de la Unidad Habitacional Cohuatlán, una cooperativa en la Colonia Guerrero. La estructura de los edificios de seis y cuatro pisos permite distintas dimensiones y disposiciones del espacio interior de cada departamento.

En la Unidad Habitacional Apatlaco (1991-1993), el taller realizó viviendas cuya organización en torno a patios lineales recupera aprendizajes de las vecindades del centro de la ciudad. Sus habitantes, damnificados del terremoto de 1985, contaban con la opción de hacer crecer sus casas verticalmente. En el Conjunto Habitacional Xacalli (1998-2003), también realizado en colaboración con damnificados del sismo, se previó el crecimiento progresivo del conjunto y de las viviendas. El proyecto de las casas contempla cuatro etapas de crecimiento. La disposición del conjunto maximiza las áreas verdes, reduce la circulación vehicular y facilita la formación de unidades vecinales.

13. Unidad El Molino y sistema de financiamiento de viviendas en Xalapa / Centro de Vivienda y Estudios Urbanos (CENVI), Alejandro Suárez Pareyón, Unión de Vecinos Cananea, Habitantes de Xalapa, Veracruz, UNAM

© Mark Powell

Por más de tres décadas, el Centro de Vivienda y Estudios Urbanos (CENVI) se ha dedicado a realizar proyectos urbanos y de vivienda. Sus obras representan alternativas a los sistemas de producción y financiamiento promovidos por empresas inmobiliarias e instituciones públicas. Además, buscan sistematizar e inscribir en la política pública experiencias de participación en la construcción de la ciudad. Las cerca de dos mil viviendas de la Unidad El Molino en Iztapalapa fueron construidas por los miembros de su unión de vecinos, quienes utilizaron piezas de ladrillo y cemento, prefabricadas in situ, similares a las que se usaron en la Cooperativa Palo Alto. CENVI preparó un manual para agilizar su producción.

A partir de 1998, en Xalapa, Veracruz, CENVI implementó un método para el financiamiento de viviendas a través de tandas, un esquema tradicional de ahorro. Grupos de mujeres aportan recursos a un fondo común de manera periódica; una de ellas es seleccionada como beneficiaria a partir de un sorteo y recibe un microcrédito que multiplica el ahorro común. A la fecha, cerca de 500 familias han financiado la construcción de sus casas con base en este esquema. Otras experiencias destacadas promovidas por CENVI –a menudo en colaboración con estudiantes y profesores de la UNAM– incluyen el Plan Parcial del Centro Histórico de la Ciudad de México y de la Delegación Milpa Alta. Como parte del último proyecto, se han realizado decenas de casas de crecimiento progresivo.

14. Obras para damnificados por el río El Fuerte / Carlos González Lobo, María Eugenia Hurtado, Gobierno de Sinaloa, Damnificados por el río El Fuerte

© Carlos González Lobo

En 1991, en el Valle de Los Mochis, en Sinaloa, la creciente de un río dañó varias comunidades de indígenas mayos. Una fundación pública invitó a los arquitectos Carlos González Lobo y María Eugenia Hurtado a participar en la reubicación de los damnificados en zonas más altas. De manera colaborativa, diseñaron y construyeron tres pueblos nuevos. El trabajo suma años de experiencia de los arquitectos en la producción social de la vivienda.

Los techos de las viviendas se construyeron con bóvedas de ladrillo y cemento prefabricadas in situ. Este sistema, implementado por el arquitecto González Lobo en otros conjuntos, reduce costos, mejora las propiedades térmicas de las viviendas, y facilita la participación de niños, mujeres y ancianos en los procesos de autoconstrucción. A partir de variaciones del mismo sistema, los arquitectos construyeron escuelas, áreas comerciales y plazas públicas, entre otros.

Sobre este autor/a
Cita: Pablo Landa y Juan José Kochen. "Detalles de la Selección Oficial del Pabellón de México en Venecia 2016 / Parte 1" 29 may 2016. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/788263/detalles-de-los-seleccionados-del-pabellon-de-mexico-en-venecia-2016-parte-1> ISSN 0719-8914

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