Patrimonio Arquitectónico PUCP se pronuncia por la conservación de la Iglesia de Luren que se encuentra en peligro

El templo de Luren -patrimonio monumental de Ica, al sur del Perú- se encuentra en peligro de demolición y es necesaria su conservación.

En vista  de que las autoridades regionales y del Ministerio de Cultura han firmado un convenio para la reconstrucción del Santuario de Luren, se hace necesario que dicho proyecto contemple la restauración de la estructura que aún subsiste del templo original. Pues, pese a que se encuentra dentro de una zona protegida, “lamentablemente, la protección de ambiente urbano monumental no garantiza la preservación del edificio en sí, solo de su “forma y volumetría”, haciendo la posibilidad de su demolición tan real como amenazante. Por este motivo con la presente declaración se solicita al Ministerio de Cultura que declare los restos del templo como Monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación”. Así, esta publicación es para difundir y concientizar sobre el valor patrimonial de Luren; por ello, sin mayor preámbulo, presentamos este pronunciamiento de Patrimonio Arquitectónico PUCP, firmado por sus miembros de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Cortesía de Patrimonio PUCP

Por la conservación y futura protección de la iglesia de Luren, Ica

La Iglesia de Luren y el patrimonio iqueño

La ciudad de Ica, ubicada en el valle del mismo nombre, es una de las urbes más antiguas y de mayor tradición de la costa peruana. Fundada en 1563 como Villa de Valverde, obtuvo posteriormente título de Ciudad bajo el nombre de San Jerónimo  de Ica. Además de conventos, la ciudad contaba con una parroquia de españoles – la de San Jerónimo, en la iglesia matriz- y dos parroquias de naturales: la popularmente llamada de Yanaconas, bajo el título de la Purísima Concepción, y la de Santiago de Luren.

La parroquia de naturales de Luren – nombre derivado de Hurin – Ica, una de las dos parcialidades indígenas- fue la más antigua e importante de las doctrinas del valle, establecida por los franciscanos en 1569 (Saíz Díez, 2005) (ASFL, registro 14 n. 63, ff 402-403, 1704). Desde épocas muy tempranas se hizo popular en esta doctrina el culto a un Crucificado milagroso, el cual, según la leyenda, eligió Luren como lugar de residencia al detenerse en este sitio durante su traslado y permanecer allí sin poderlo mover. Leyendas aparte, lo cierto es que la imagen de madera que conocemos como Señor de Luren fue adquirido en Lima hacia 1570 por el R.P Francisco de Madrigal, y en poco tiempo se le empezaron a atribuir hechos milagrosos como indican varios testimonios del siglo XVIII (Saíz Díez, 2005) (ASFL, registro 14 n. 63, ff 402-403, 1704).

Cortesía de Patrimonio PUCP

Con respecto al templo primigenio, en las imágenes y fotografías del siglo XIX que existen, es posible apreciar que se trataba de un edificio sencillo de una sola nave con presbiterio integrado a la misma, como era característico en las parroquias urbanas y rurales desde el siglo XVI. Como era usual en estas pequeñas iglesias  a lo largo del cuerpo de la nave se adosaban capillas independientes consistentes en habitaciones de planta cuadrangular comunicadas con la nave mediante arcos usualmente cerrados con rejas de madera.  Exteriormente la iglesia evidenciaba su sencilla volumetría conformada por el cuerpo longitudinal de la nave, cubierta con bóveda de medio cañón de madera, con los pequeños volúmenes adosados de las capillas laterales, además de una única torre de tres cuerpos adosada al lado del evangelio de la iglesia, la cual, junto con la portada barroca que ostentaba, componía la sencilla fachada del templo.

Cortesía de Patrimonio PUCP

Como es usual en la costa peruana, el templo de Luren tuvo que ser reconstruido o reparado en varias ocasiones debido a los daños causados por los frecuentes terremotos que azotan esta zona del país. Córdova y Urrutia señala que en 1839 (Córdova y Urrutia, 1839) el templo se encontraba ruinoso, probablemente debido al terremoto que arruinó la ciudad en 1814, luego de lo cual hubo de ser reconstruido. Finalmente, el sencillo y antiguo templo de Luren sucumbió en un incendio el 23 de junio de 1918, el cual afectó no solo la construcción, sino también a la imagen titular.

Luego de apagado el incendio, los fieles se organizaron para la reconstrucción del templo, creándose al día siguiente del siniestro el Comité Pro-templo de Luren conformado por Alberto Cierra Alta, el padre Meléndez Méndez y Ezequiel Balbín. El Ministerio de Fomento proporcionó los planos para la nueva construcción (Sánchez Baiocchi, 2013), aunque éstos luego fueron rechazados por ser incompatibles con el culto a la imagen y por buscar una construcción más decorosa, acorde con la importancia de ésta. Un nuevo proyecto fue encomendado a Alberto Cierra Alta, cuyo diseño fue el que finalmente se ejecutó. La obra de la nueva iglesia se inició el 1º de julio de 1919, bajo la dirección del padre Meléndez Méndez (Sánchez Baiocchi, 2013), quien intervino en ella hasta su muerte en 1923.

Para la construcción se habilitó un horno de ladrillos y se financió la misma a través de donaciones de particulares consistentes en dinero o jornales de trabajo, de tal manera que puede considerarse a la iglesia de Luren como el producto del esfuerzo comunitario de los fieles organizados.

Al momento del fallecimiento del padre Meléndez Méndez en 1923 ya se encontraban levantadas las paredes del templo hasta la altura de las cornisas (Sánchez Baiocchi, 2013), procediéndose posteriormente con la construcción de las bóvedas y la cúpula del crucero, obra considerada casi milagrosa por la magnitud del trabajo. Hacia 1935, fecha en que se inauguró la plaza con arquerías que precedía al templo, debió concluirse lo esencial de la construcción, restando solamente completar el equipamiento interior del templo, consistente entre otras cosas, en los zócalos de mármol, los altares laterales, y la gran cruz de ónix del altar mayor sobre la que se colocó la imagen del Señor de Luren. De esta manera, puede decirse que para 1946 ya estaba concluido el templo en lo exterior y lo interior.

Cortesía de Patrimonio PUCP

La arquitectura de la nueva iglesia de Luren puede situarse en el contexto del eclecticismo predominante en la arquitectura peruana de inicios del siglo XX, en donde se entremezclaba el academicismo francés con los “revivals” de fines del siglo XIX, principalmente el neogótico y el neorrománico. Vale la pena notar que a pesar de usar estilos extranjeros, estuvieron presentes en la obra, elementos tradicionales de la arquitectura iqueña, cosa que es facil apreciar en la espacialidad de la nave central del templo. De la misma manera, para el diseño de la iglesia se tomaron en cuenta los ritos y costumbres establecidos desde muy antiguo alrededor del culto al Señor de Luren. La iglesia se trazó con una planta en forma de cruz latina, con ábside semicircular y crucero de brazos muy pronunciados en el centro del cual se alza una gran cúpula sobre un elevado tambor. En la iglesia antigua, dos capillas laterales flanqueaban el presbiterio, y en una de ellas se llevaba a cabo la ceremonia conocida como “bajada”.

Cortesía de Patrimonio PUCP

En esta ceremonia, llevada a cabo el Miércoles Santo, se hacía descender la imagen del altar mayor, y se depositaba en una de las capillas laterales para ser venerado por los fieles. En el trazo de la nueva iglesia, se proyectaron los brazos del crucero de tal manera que la ceremonia de bajada pudiera realizarse allí en la misma forma que se llevaba a cabo en la capilla lateral del presbiterio de la antigua iglesia (Caso, Caso, & Caso, 1950). De hecho, la capilla mayor invade el centro del crucero mediante la prolongación de la baranda del comulgatorio, de tal manera que anula el efecto de nave transversal que caracteriza al crucero de una iglesia.

En ese sentido, podemos decir que la planta del templo surgió de las necesidades funcionales del culto, antes que del ejercicio acrítico de importación de un modelo foráneo, lo cual explica por qué, en términos espaciales y funcionales, los “brazos” del templo actuaban más bien como capillas laterales durante los cultos al Crucificado.

Cortesía de Patrimonio PUCP

Adicional a ello, la forma del templo atestigua el deseo de sus constructores, en este caso, los pobladores de la Ica de ese entonces, de hacer de este edificio un símbolo de su ciudad, muestra de ello es que exteriormente la iglesia hacia alarde de una monumentalidad que carecía su predecesora. Evidente era en el exterior el volumen en forma de cruz latina, con la cúpula en el centro del crucero y la media cúpula del ábside rematando la iglesia por su parte posterior. La torre de la fachada constituía un hito en la ciudad por su gran altura y por la jerarquía que le otorgaba la plaza abierta frente a ella.

Por todo lo antes expuesto, es posible decir que la iglesia de Luren constituye un ejemplo muy relevante de la arquitectura ecléctica de inicios del siglo XX que se popularizó en el Perú en esa época, y pionera, en su búsqueda de respetar la tradición de la ciudad, del neocolonial que se consolidará unos años más tarde después de iniciada la construcción.

Sus características arquitectónicas, así como la manera en que incorpora la tradición del culto al Señor de Luren en el contexto de una planta en forma de cruz latina, otorgan a este monumento una importancia particular, que debe conservarse no solamente por sus valores artísticos e históricos intrínsecos sino también como parte de la memoria de la ciudad. Valores que trascienden su diseño pues, hasta los ladrillos horneados por los propios pobladores para su construcción constituyen un patrimonio material importante, una muestra de los anhelos y deseos de todo un pueblo.

Cortesía de Patrimonio PUCP

Un nuevo terremoto ocurrido el 15 de agosto del 2007 dañó severamente las estructuras del templo de Luren. La parte alta de la torre se destruyó y la estructura de los muros portantes de la nave quedó afectada, quedando relativamente ilesos el crucero y el ábside. Contrariamente a lo esperado en los casos en los que el patrimonio se ve afectado por un acontecimiento natural, las autoridades eclesiásticas promovieron la demolición del templo y la construcción de una nueva iglesia en lugar de la restauración del monumento original (Hulerig, 2008). Se encargó a una firma de arquitectos  de Lima el diseño de un nuevo santuario completamente ajeno al contexto urbano y sin conexión alguna con la tradición del culto al Señor de Luren (Arkinka, 2008).  Luego de la protesta de los fieles y ciudadanos comprometidos con el patrimonio cultural, se desechó la idea de construir una nueva iglesia (Hulerig, 2008), aunque no se pudo impedir la demolición de la nave en el año 2011 debido a que los muros portantes que la conformaban habían sido muy afectados por el sismo, a pesar que en este hecho no se contó con la opinión de un especialista en conservación. Por ello, de la iglesia construida entre 1919 y 1935 solo resta en pie la zona que comprende el crucero y el ábside, aunque hasta la fecha no se ha emprendido trabajo alguno para recuperarla.

Ica, al igual que varias otras ciudades peruanas, ha perdido prácticamente todo su patrimonio monumental debido a los sismos y a la incuria de sus habitantes. De todas las edificaciones de la época virreinal solo subsisten la Catedral – antigua iglesia de los jesuitas – y las iglesias de San José y San Juan de Dios, además de algunos restos de viviendas dispersos en la ciudad. De su patrimonio republicano, fuera de algunas edificaciones civiles, solo subsiste la iglesia de San Francisco en buen estado, así como los restos de la antigua iglesia de Luren.

En este escenario, la protección de los escasos bienes monumentales que conserva la ciudad se hace prioritaria, con el fin de preservar los valores históricos y culturales que la caracterizan. En vista que las autoridades regionales y del Ministerio de Cultura han firmado un convenio para la reconstrucción del Santuario de Luren, se hace necesario que dicho proyecto contemple la restauración de la estructura que aún subsiste del templo original.

Cortesía de Patrimonio PUCP

El terremoto del año 2007 fue un desastre para la Región Ica, no solamente humano y económico, sino también cultural, pues muchos bienes monumentales se perdieron por el sismo y por las labores posteriores al mismo (la mayor pérdida fue la de la extraordinaria iglesia de la Compañía en la ciudad de Pisco, de la que no queda absolutamente nada).En este contexto, la protección y preservación del sector de la iglesia de Luren que aún sigue en pie, es prioritaria en la formulación de cualquier proyecto de reconstrucción del santuario, no solamente por los valores arquitectónicos del mismo, sino también por representar la continuidad de la tradición del culto al Señor de Luren desde la época virreinal.

Actualmente, el templo está protegido por ser parte de un ambiente urbano monumental, el cual se conforma alrededor de la Iglesia de Luren, y sin el cual, carece de sentido, pues sin este como estructura física, con valores inherentes a su carga histórica, es imposible que podamos seguir hablando de un ambiente urbano monumental, ya que los valores por los que fue declarado, habrán desaparecido.

Lamentablemente, la protección de ambiente urbano monumental no garantiza la preservación del edificio en sí, solo de su “forma y volumetría”, haciendo la posibilidad de su demolición tan real como amenazante. Por este motivo solicitamos al Ministerio de Cultura que declare Monumento integrante del Patrimonio Cultural de la Nación, los restos del templo para poder preservarlo para las futuras generaciones, debido a sus valores arquitectónicos, históricos y sociales; y suscribimos el presente documento en aras de su conservación y futura protección garantizada por ley.

Cortesía de Patrimonio PUCP

Texto por: Juan Pablo El Sous Závala, Juan Manuel Parra Díaz

Bibliografía Arkinka. (2008, Agosto). Concurso arquitectónico Iglesia del Señor de Luren. Ica, Perú. Arkinka, revista de Arquitectura, Diseño y Construcción(153), pp. 22-23. ASFL, registro 14 n. 63, ff 402-403. (1704). Lima. Caso, F., Caso, P., & Caso, R. (1950). Tres Hermanos. Lima: Industria Tipográfica Peruana. Córdova y Urrutia, J. M. (1839). Estadisticahistorica, geografica, industrial y comercial de los pueblos que componen las provincias del Departamento de Lima. Lima: Sociedad "Entre Nous". Diario Correo. (2009, Julio 22). El Templo de Luren tendrá igual diseño . Diario Correo. Hulerig, E. (2008, Setiembre13). El Señor en vilo. SOMOS(1136), pp. 50-56. Sánchez Baiocchi, C. (2013). El Señor de Luren de Ica y su santuario. Ica: EdificionesNowtilus. Saíz Díez, F. (2005). Los franciscanos en Ica. Lima: Provincia Misionera de San Francisco Solano del Perú.

Sobre este autor/a
Cita: Delia Bayona. "Patrimonio Arquitectónico PUCP se pronuncia por la conservación de la Iglesia de Luren que se encuentra en peligro" 19 jun 2017. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/873842/patrimonio-arquitectonico-pucp-se-pronuncia-por-la-conservacion-de-la-iglesia-de-luren-que-se-encuentra-en-peligro> ISSN 0719-8914

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