
En 2014, Manhattan inauguró su primer rascacielos residencial superior a los 1.000 pies de altura (305 metros), también conocidos como supertall: One57, diseñado por Christian de Portzamparc. Un año más tarde, el proyecto 432 Park Avenue de Rafael Viñoly sobrepasó la marca, confirmando la tendencia del desarrollo de rascacielos delgados en el borde sur del Central Park. Hasta ahora, 10 rascacielos están en desarrollo para el barrio, ganándose el apodo de Billionaires' Row (la calle de los multimillonarios).
Respondiendo a este fenómenos, el arquitecto Ioannis Oikonomou de la oficina oiio architecture studio ha propuesto una solución alternativa, llamada "The Big Bend" (La Gran Curva), que responde a la pregunta: "¿Qué pasaría si nuestros edificios fueron largos en vez de altos?"























