
¿Cómo diseñar espacios que sean saludables tanto para nuestra mente como para nuestro cuerpo? Esa es la pregunta principal que buscamos responder este mes de marzo abordando el tema 'Bienestar en espacios interiores'.

Si por motivos laborales debes pasar la mayor parte de tu día dentro de una oficina, probablemente estés familiarizado con atravesar ciertos días con demasiado frío o demasiado calor. Mientras algunos de tus compañeros se quejan de que la oficina es un auténtico sauna, otros afirman que es imposible sobrevivir al invierno sin una buena manta y un calefactor. En la mayoría de los casos, los debates sobre la temperatura ideal nunca concluyen en acuerdos, e incluso hay quienes jamás logran consensuar cual es la temperatura media a la que debe estar el aire acondicionado para que todos se sientan cómodos. Lo cierto es que la sensación de confort varía mucho de una persona a otra y eso es un problema en los espacios compartidos. Lo mismo ocurre con la iluminación ¿Alguna vez has estado en una sala de reuniones con demasiada luz, o con una iluminación demasiado tenue que te ha hecho sentir incómodo?

Este artículo de Felipe Samarán Saló fue publicado originalmente en el número 11° de revista rita_ con el título "Renders habitados y arquitectura desierta. El mensaje oculto de la arquitectura revelado por la fotografía" y forma parte de una colaboración conjunta de difusión. En el siguiente, presentamos un estudio sobre cómo el centro de interés de la arquitectura se ha desplazado de “servir a la persona atendiéndola en todas sus dimensiones” a “generar un universo de formas y espacios sorprendentes, bellos y fotogénicos”, relegando a quien los usará a un segundo plano o al olvido.

Uno de los principales gestos de diseño de Paulo Mendes da Rocha en el proyecto de renovación de la Pinacoteca fue crear un nuevo eje de circulación longitudinal en medio del edificio existente, cambiando su acceso principal. Pasarelas metálicas que atraviesan patios interiores cubiertos por tragaluces permiten nuevas posibilidades e integración entre las salas, adaptando un edificio neoclásico a un museo con un programa totalmente contemporáneo.
La capacidad de renovar por completo un espacio, demoliendo elementos o añadiendo nuevas piezas, alterando su funcionalidad y mejorando su ambientación, es uno de los trabajos más admirados de los arquitectos. En la vivienda, esto es aún más evidente, ya que adaptar una vivienda a las exigencias contemporáneas, con un plan bien pensado, puede mejorar la calidad de vida de sus ocupantes.

Los pequeños vehículos aéreos no tripulados (UAV), comúnmente llamados drones, han habilitado nuevas posibilidades en lo que respecta al registro de las obras construidas. La posibilidad de tomar fotografías aéreas permite dar a conocer cuestiones que, a menudo, son complejas de captar mediante imágenes peatonales. De manera similar a lo que sucede con los dibujos conocidos como “planta de techos”, las fotografías áreas muestran más claramente las decisiones del proyecto respecto a la implantación, la orientación, la tipología, la relación con el entorno inmediato y las construcciones preexistentes, entre otras cuestiones.

La bicicleta como medio de transporte ha permanecido a lo largo de la historia evolucionando de diferentes formas. Sin embargo, en los últimos años (e incluso antes de la pandemia de COVID-19) se popularizó mucho más, específicamente en las grandes ciudades, ya que en las zonas rurales siempre ha sido uno de los medios de transporte principales debido a la carencia de infraestructura. En México, existen regiones que históricamente son muy ciclistas y aunque se relacione con ser un medio de transporte de moda, la realidad es que su uso se concentra en grupos de ingresos bajos que conforman localidades, municipios e incluso estados. Desafortunadamente, la inversión destinada a infraestructura ciclista en México suele ser muy baja.

“Sin correr tras el hallazgo de formas forzosamente originales, sin búsqueda de efectos estéticos, novedosos, la adaptación estricta y consecuente de la vivienda al clima ha conducido progresivamente, a una nueva arquitectura, autóctona y auténtica.” (1)
Wladimiro Acosta nace en Odessa el 23 de junio de 1900. Allí se egresa de la escuela de Bellas Artes con el título de Bachiller y Técnico en Construcción en el año 1917. Posteriormente, en 1919, se traslada a Italia con el objeto de continuar sus estudios de arquitectura, ingresando en la Escuela Superior del Instituto de Bellas Artes de Roma, recibiéndose de Licenciado en Arquitectura y ejerciendo como profesor de Diseño Arquitectónico entre los años 1920 y 1921. En 1922 se traslada a Alemania, país donde vive hasta 1928, año en el que abandona Europa para viajar a Buenos Aires.

Este artículo se publicó originalmente en Common Edge como "Joan K. Davidson and the Fight for New York".
A medida que la desigualdad de ingresos ha aumentado en los últimos años, se ha puesto en duda el papel de la filantropía. ¿Son las donaciones benéficas de los individuos ricos y las empresas poderosas siempre una fuerza positiva, o es esa conexión con la riqueza y el poder un compromiso inevitable? ¿A quién benefician realmente las donaciones filantrópicas, a los beneficiarios o a los donantes? Son preguntas complicadas. Pero las donaciones verdaderamente inteligentes son una fuerza transformadora. No sólo pueden financiar causas valiosas, sino que, si se hacen en el momento adecuado, pueden sembrar las semillas del cambio social.

Contrario al imaginario popular, es imposible el divorcio entre el derecho y el urbanismo. Ambas disciplinas han servido como instrumento para instaurar las rampantes desigualdades en las que habitamos. Uno a través de la administración de la fuerza estatal, el otro a través de la acumulación del poder territorial. Pero en ambos también pueden encontrarse las claves para tener ciudades más equitativas. La única posibilidad de construir un verdadero derecho a la ciudad es a través de un diálogo interdisciplinario, sobre todo ahora que hay una propuesta de reforma para reconocer ese derecho en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Este artículo es una apuesta de espacio para escucharnos entre quienes nos dedicamos al derecho, la arquitectura y al urbanismo.

Junto a las preocupaciones sobre temas relacionados con nuestro medio ambiente, surgen movimientos, nuevas palabras, conceptos y términos, que nos obligan a estar siempre actualizados. La propia palabra sustentabilidad enfrentó cierta resistencia hasta que se incorporó al vocabulario, siendo ampliamente utilizada en los contextos más diversos. Hoy en día se habla mucho de Economía Circular, Resiliencia, 4 R, minería urbana, entre otros. Además, hay movimientos que se incorporan a través de otros medios, evidenciando la transversalidad de estos temas. Uno de ellos es el de Materiales a 0 Km, que ha aparecido en algunos proyectos y manifiestos recientes.

Mientras que parte de la sensación de confort y bienestar en un ambiente interno está relacionada con factores externos a la edificación, como la iluminación y ventilación natural, otra parte está directamente asociada con la distribución espacial interna y las sensaciones provocadas en los habitantes de dicho espacio a través de la arquitectura.
Conciliar todos los factores que aportan un mayor confort y bienestar en los espacios interiores es siempre un reto en un proyecto arquitectónico, especialmente en ambientes con áreas pequeñas, donde el espacio debe aprovecharse al máximo y no siempre existe la posibilidad de prever grandes aperturas en el exterior o ni siquiera para albergar todas las funciones del programa de forma convencional.

"Actos de dominación y violencia patriarcal desde la arquitectura" es una campaña realizada por Mariana Ordoñez y Jesica Amescua a través de sus cuentas de Instagram y Twitter, junto con la colaboración de Ximena Ríos. Surge de la necesidad de reflexionar de manera autocrítica y profunda sobre las violencias y los actos de dominación que se ejercen desde la profesión de la arquitectura.

La historia del Metro de la Ciudad de México se remonta a la década de los años 60’s, un momento en la historia en donde el Centro Histórico colapsó debido a los embotellamientos automovilísticos, a los camiones saturados y los tranvías ineficientes que se vieron rebasados por la creciente población del entonces Distrito Federal. Mientras que en otras grandes ciudades de Latinoamérica como Buenos Aires, el sistema de transporte subterráneo se implementó desde principios del siglo XX, en México no fue hasta 1967 que se implementó –por decreto presidencial y en conjunción con el gobierno de Francia– la creación de un Organismo Público Descentralizado denominado Sistema de Transporte Colectivo (STC).