
- Año: 2015


El equipo de arquitectos liderado por Mathias Klotz se adjudicó en junio pasado el primer lugar del concurso de anteproyecto para el sector del Viaducto Acceso Sur y Muelle Prat de Valparaíso (Chile), que buscaba -según los organizadores- mejorar la calidad de la infraestructura existente, incorporar nuevos usos, nuevas materialidades, áreas verdes, equipamiento y mobiliario.
Según el Jurado, la propuesta del equipo ganador se destacó ya que "la intervención en Muelle Prat es muy limpia y bien modulada, (además) integra la infraestructura desde la arquitectura (e) incorpora el viaducto".
Conoce la propuesta en profundidad, después del salto.




En mayo de 2015, la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) lanzó un concurso público con el objetivo de revitalizar el entorno y los espacios públicos en el sector del Viaducto Acceso Sur y Muelle Prat de Valparaíso, buscando mejorar la calidad de la infraestructura existente, incorporar nuevos usos, nuevas materialidades, áreas verdes, equipamiento y mobiliario. En el caso del Viaducto Acceso Sur, se debía generar una estación intermedia entre el circuito peatonal que conecta hacia el Paseo Altamirano, por el poniente, y Muelle Prat por el oriente. En este último, se debía generar un nuevo lugar de uso público, respetando el patrimonio y la interculturalidad del sector.
El arquitecto chileno Mathias Klotz y su equipo conformado por Alberto Rodríguez Cano, Manuel Granados, Francisco Reyes, Héctor Hormazábal, Nicolás Reitze y Eduardo Ruiz Risueño, fue seleccionado ganador del concurso, a través de una intervención de borde que conecta la Plaza de la Aduana y la Plaza Sotomayor, un proyecto "muy limpio y bien modulado, que expone la actividad portuaria e integra la infraestructura desde la arquitectura, incorporando el viaducto", según el acta del jurado.
Conoce los proyectos ganadores después del salto.
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Entre las diversas actividades que se llevaron a cabo durante la XIX Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile, se realizó la primera versión del Workshop Bienal que reunió a equipos compuestos por 4 estudiantes y un profesor guía, que representaron a 19 escuelas de arquitectura de todo Chile, bajo la dirección de Santiago de Molina y coordinado por Beatriz Coeffé de Grupo Arquitectura Caliente (GAC), organización que también gestionó y produjo la actividad.
El workshop se dividió en dos fases: en la primera, equipos integrados por estudiantes de las distintas escuelas presentes recorrieron Valparaíso -sede de la reciente Bienal- desde el camino la Pólvora hasta el Plan para construir un análisis de las distintas rutas recorridas. Mientras la segunda fase -los estudiantes ahora agrupados según sus escuelas- consistió en desarrollar propuestas para las problemáticas detectadas anteriormente y cuyo primer lugar recayó en la propuesta Plaza Quebrada Jaime de la Universidad de Valparaíso.
Conoce las propuestas ganadoras después del salto.
El pasado 21 de mayo se inauguró en Buenos Aires el Centro Cultural Kirchner (CCK), el recinto cultural más grande de Latinoamérica y el cuarto del mundo, con un total construido de 110.000 metros cuadrados tras una remodelación del ex Palacio de Correos, de inspiración neoclásica y declarado Monumento Nacional en 1997.
Si bien su construcción no ha escapado la polémica por homenajear con su nombre al fallecido ex presidente Néstor Kirchner y los sobrecostos, la inauguración permite recorrer su primera etapa, pudiendo visitarse la sala de conciertos con capacidad para 1750 personas (conocida como La Ballena Azul por sus dimensiones y color), la Cúpula (el primer punto panorámico público de Buenos Aires), la Plaza Seca y La Gran Lámpara.
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El Cap Ducal es un restaurante en Viña del Mar, construido en 1936 por el arquitecto Roberto Dávila. Se sitúa sobre un roquerio en la Av. Marina, en los terrenos de lo que fue la primera playa de baño pública de Viña. Es el único edificio costero convertido en hotel que se ha conservado desde los años 30, haciendo esto evidencia de su importante legado patrimonial. Al igual que ocurrió en otras ciudades latinoamericanas, Viña del Mar fue testigo de la paulatina integración entre las actividades marítimas y la vida urbana. [1] Durante los años 30, se estaban llevando a cabo grandes reformas en los usos de la ciudad de Viña, estableciéndose como uno de los balnearios más importantes de Chile.