Celebrada en Pamplona del 23 al 26 de septiembre, la Bienal de Arquitectura Latinoamericana 2025 reunió a estudios emergentes y voces consolidadas del continente. La edición destacó por la calidad y diversidad de las prácticas seleccionadas: proyectos de gran riqueza formal y conceptual, desarrollados por estudios jóvenes pero de una solidez admirable, que reflejan la madurez y vitalidad del panorama arquitectónico latinoamericano actual.
Grupo de construcción para Circo-lô en la Asociación IDE, en Botucatu | SP. Foto: Tomaz Lotufo
Históricamente, las primeras universidades del modelo contemporáneo fueron implantadas en Europa como instituciones orientadas a la formación de élites para servir al Estado y a la Iglesia, y no para promover la emancipación social. Con el avance del capitalismo, se consolidaron como espacios privilegiados de producción y reproducción de la cultura occidental moderna. Sin embargo, a partir de la década de 1960 —especialmente después de las revueltas estudiantiles de mayo de 1968—, el énfasis académico se volvió hacia valores relacionados con el mercado, reemplazando los ideales humanistas y críticos. Las ciencias humanas perdieron espacio, mientras que las áreas técnicas pasaron a ocupar un lugar central, muchas veces alejándose de la reflexión crítica sobre el impacto social de sus prácticas.
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Cortesía de Cortesía de La Feria De Diseño Medellín
Hacer preguntas es el primer paso para cuestionar lo que damos por hecho y abrir nuevas posibilidades para planear y construir. Estas preguntas, valiosas por sí mismas, adquieren mayor fuerza cuando se comparten y se examinan desde diferentes perspectivas. Al intersectar con las experiencias de profesionales y marcas, tejen miradas que enriquecen la discusión. Las ferias y eventos de diseño en todo el mundo se han convertido en espacios donde estas conversaciones cobran impulso, favoreciendo las conexiones y fomentando dinámicas colaborativas. En este panorama, Colombia se ha consolidado como un punto de encuentro, funcionando como plataforma que impulsa la arquitectura y el diseño en Latinoamérica y el Caribe, al tiempo que proyecta la voz de la región en el escenario global.
La Bienal de Arquitectura Latinoamericana 2025 (BAL 2025) abre este 23 de septiembre en Pamplona con una programación que combina conferencias, exposiciones y encuentros en torno a la arquitectura emergente de la región.
El campo — históricamente subestimado — ha emergido como un territorio fértil de posibilidades. Más que un "espacio marginado", el rural latinoamericano se afirma hoy como un verdadero laboratorio de experimentación arquitectónica, social y ecológica. Desde comunidades agroecológicas hasta tecnologías de bajo impacto, de las relaciones entre humanos, máquinas y otros seres vivos a las soluciones locales para desafíos globales como la crisis climática, la seguridad alimentaria y la migración — el campo está rediseñando, con autonomía e inventiva, su propio futuro.
El medio rural siempre ha ejercido un papel fundamental en el desarrollo social y económico de los países. Hasta el siglo XVIII, era el principal espacio de producción y organización de la vida. Con la Revolución Industrial, sin embargo, ocurrieron profundas transformaciones estructurales que redefinieron esta dinámica. La industria pasó a ocupar una posición central, vinculándose al medio urbano y dando origen a una visión dicotómica y jerarquizada entre rural y urbano, agricultura e industria. En este contexto, dos visiones opuestas ganaron destaque: una preveía la desaparición de lo rural ante la urbanización y el avance económico; la otra apostaba por su permanencia y renacimiento. Hoy sabemos claramente cuál de las hipótesis se ha vuelto verdadera.
Alrededor del mundo, diferentes culturas desarrollan maneras singulares de concebir y vivir la sanación. Lejos de ser solo un proceso físico, curarse involucra dimensiones emocionales, espirituales, sociales y también arquitectónicas. Los espacios de sanación — sean físicos, simbólicos o naturales — reflejan los valores, creencias y modos de vida de cada pueblo. Entender estos enfoques culturales no solo enriquece la comprensión sobre la salud, sino que también invita a repensar cómo diseñar ambientes que acogen el cuidado y el bienestar.
El lugar donde los artistas crean sus obras desvela diversas narrativas sobre su progreso creativo, sobre la elección de sus técnicas y sus temáticas. Son lugares que guardan la memoria, la intimidad y los afectos de los creadores. Para algunos, el aislamiento y la distancia de cualquier distracción posible son las marcas de su taller. Para otros, su espacio necesita evasión y libertad. No raramente el taller se transforma en casa o la casa se transforma en taller, mezclando los usos, deseos y necesidades. Situados en un umbral entre el vivir y el crear, el ocio y el oficio, estos espacios fascinan al público amante de las artes, siendo muchas veces reconstruidos dentro de galerías de arte o transformándose en museos a lo largo del tiempo. Un lugar singular, independiente del alcance de las obras, que muestra la peculiar interacción entre el proceso creativo, las obras de arte y la imagen del artista.
Al proyectar espacios para mirar, la arquitectura entra en diálogo con el territorio en la búsqueda de entender el paisaje y el disfrute de la realidad ya sea natural o construida. Tras una invitación a contemplar el entorno que nos rodea, varios profesionales de la arquitectura en Latinoamérica se embarcan en el desafío de construir estructuras que interactúen con la naturaleza, reinterpreten ciertas tipologías edilicias o formen parte del aprendizaje y la enseñanza en arquitectura de las futuras generaciones. La amplia variedad de paisajes y culturas disponibles dentro del entorno latinoamericano da cuenta de las infinitas oportunidades donde la arquitectura se vislumbra con potencial para fomentar el diálogo entre el observador y el objeto observado, y aprovechar la conexión entre flora, fauna y demás especies locales que la región propone.
8 días de celebración de la arquitectura en 12 ciudades de norte a sur de Ecuador. El evento, llamado “no-bienal” en oposición a la estructura de competencia que caracteriza las bienales tradicionales de la disciplina, celebra su segunda versión entre el 25 de marzo y el 1 de abril del 2025. Parte de los objetivos de esta nueva edición es evidenciar que existe unión en Ecuador, en resistencia a las estrategias políticas discursivas de división. Desde Escuela Radical sostienen que “no se trata de centralidad o descentralidad, sino que simplemente se trata de compartir sin competir”.
La mayoría de los habitantes de grandes centros urbanos ya debe haber deseado, al menos por un momento, cambiar el caos de la ciudad por el silencio y la tranquilidad de la naturaleza. Con el creciente deseo por esta experiencia, los sectores de turismo y hotelería en los países latinoamericanos han estado invirtiendo en complejos ubicados dentro de los bosques. Inspirados en el concepto de turismo ecológico, estos refugios están diseñados para integrarse al ambiente, utilizando materiales locales y técnicas tradicionales que respetan el ecosistema y promueven la sostenibilidad.
A nivel global, la arquitectura contemporánea continúa indagando en herramientas y metodologías de diseño para integrar la naturaleza en los espacios habitables dado sus comprobados beneficios y aportes a la mejora en la calidad de vida de las personas. Si bien existen diferentes creencias religiosas alrededor del mundo, la arquitectura religiosa por lo general se expande más allá de sus usos y funciones para conectar con lo sagrado. Sentidos, memorias y emociones se transmiten en estos espacios a partir del uso de ciertos materiales, organizaciones espaciales y hasta sonidos y aromas que potencian las experiencias en atmósferas de espiritualidad, divinidad y reflexión. En México, Chile, Ecuador, Brasil o Uruguay, proyectos de espacios de culto abiertos al exterior dan cuenta de una arquitectura capaz de adaptarse a diferentes entornos naturales manteniendo la premisa de que cada religión se encuentra ligada a una identidad social y demanda un vínculo particular con su comunidad y su paisaje circundante.
Este jueves 27 de marzo Torno Colab acogerá el lanzamiento del libro Enjundia, escrito por el arquitecto chileno Nicolás Valencia y publicado por dostercios editorial en Chile.
Imagen generada con inteligencia artificial (DALL·E) por OpenAI. Cortesía de . Image Cortesía de Fabian Dejtiar
Para muchos hogares en América Latina, las cocinas y estufas a base de combustibles fósiles y biomasa, como el gas natural o la leña, son una opción económica y accesible. Sin embargo, estos artefactos plantean ciertos desafíos: son fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyen a la contaminación intradomiciliaria y evidencian la necesidad de políticas que promuevan una matriz energética residencial más limpia. Estos retos adquieren mayor urgencia al considerar que 2024 ha sido el año más caliente jamás registrado, con un aumento de 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales, impulsado por niveles récord de GEI derivados de actividades humanas, subrayando así la importancia de adoptar soluciones sostenibles en todos los sectores, incluido el residencial, a nivel mundial.
El territorio latinoamericano envuelve una gran variedad de climas, atmósferas y temperaturas a lo largo de toda su extensión. En medio de paisajes boscosos, selvas o a orillas del mar, numerosos profesionales de la arquitectura deciden diseñar cabañas inmersas en entornos naturales buscando promover una mayor conexión con la naturaleza al alejarse de la ciudad. Si bien la experimentación con diferentes materiales y técnicas locales aporta una cercanía aún mayor a las tradiciones del sitio y una diferenciación distinguible entre las arquitecturas de cada región, la aplicación de innovaciones en tecnologías o nuevos materiales de construcción es capaz de brindar soluciones con mayor resistencia a los cambios climáticos y colaborar con el mantenimiento a corto y largo plazo, los tiempos de ejecución en obra, entre otras cuestiones.
En 1975, Honduras estaba bajo un régimen militar que había estado en el poder durante más de una década, liderado en ese momento por el General Juan Alberto Melgar Castro. Durante este período, Tegucigalpa experimentó varios cambios grandes y sin precedentes. La afluencia de personas de diversas partes del país debido a la migración rural transformó la ciudad de un área urbana compacta en una metrópoli en expansión. Este crecimiento inesperado llevó al gobierno a implementar un esquema de desarrollo y planificación municipal, un proyecto que definiría el futuro de la ciudad y la evolución de su casco antiguo. Este artículo fue desarrollado con la colaboración del arquitecto hondureño Lisandro Calderón, quien se especializa en Planificación Urbana y es actualmente profesor en la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC), ubicada en Tegucigalpa, Honduras.
Guerras, descolonización, crisis económicas, movimientos civiles y revoluciones industriales y tecnológicas: el siglo XX fue un periodo de transformaciones radicales y de gran alcance. Estos cambios reconfiguraron las sociedades y redefinieron el modo en que las personas expresaban sus aspiraciones, con la arquitectura a la cabeza. Las máquinas y la industrialización prometieron progreso tecnológico y modernización, abogando por una ruptura tajante con los estilos ornamentados e históricamente arraigados del pasado y adoptando una visión centrada en la funcionalidad, la eficiencia y la innovación. Este cambio, encarnado en el movimiento moderno, introdujo nuevos conceptos, métodos y usos de materiales, todos moldeados a través de la experimentación.
https://www.archdaily.mx/mx/1026329/experimentacion-formal-y-material-lecciones-clave-de-los-pioneros-del-movimiento-moderno-en-arquitecturaEnrique Tovar