Estadísticas recientes sugieren que si alguien vive hasta los 80 años, alrededor de 72 de esos años los pasará dentro de edificios. Esto tiene sentido si tenemos en cuenta que, cuando no están en casa, los humanos están trabajando, aprendiendo o participando en actividades divertidas principalmente en entornos cerrados y construidos. Sin embargo, considerando los eventos actuales, se espera que este número crezca. En un mundo cada vez más caótico e incierto, marcado por los efectos continuos del cambio climático y la pandemia mundial, el deseo de permanecer en casa en un entorno protegido, controlado y pacífico es más fuerte que nunca. Los arquitectos enfrentan un desafío importante: crear interiores cómodos, productivos y saludables con parámetros bien regulados, considerando factores como la calidad del aire interior, la iluminación natural y las características biofílicas desde las etapas iniciales del diseño. Por supuesto, esto implica elegir los materiales con sensibilidad y en consecuencia, ya sea evitando ciertos componentes nocivos para la salud o integrando productos no tóxicos que alivian y promueven el bienestar.
El primer lunes de octubre se celebra el Día Mundial de la Arquitectura y el Día Mundial del Hábitat. Simultáneamente, ambos buscan visibilizar el entorno construido y sus desafíos, asumiendo un tema diferente en cada nueva edición. Este año, se centra en la “Arquitectura para el bienestar”, en línea con la designación de UIA como el "Año del Diseño para la Salud". Paralelamente, el Día Mundial del Hábitat de la ONU se centra en “Cuidado con la brecha. No dejar a nadie y a ningún lugar atrás”, analizando el problema de la creciente desigualdad y los desafíos en las ciudades y los asentamientos humanos debido a las crisis de la triple 'C': COVID-19, Clima y Conflicto.
Al mismo tiempo, se presenta Octubre Urbano. 31 días para promover un futuro urbano mejor, el Día Mundial de la Arquitectura y el Día Mundial del Hábitat buscan impulsar los debates sobre la sostenibilidad urbana. Uniéndose a la conversación todos los años, ArchDaily participa en esta ocasión promoviendo contenido que aborda los principales objetivos de este día, creando conciencia, presentando soluciones, involucrando a la comunidad internacional y “empoderando a todos los que hacen que la arquitectura suceda para crear una mejor calidad de vida”.
20 de marzo de 2020: Estoy en Nueva York, “el epicentro de la Covid-19”, las noticias en la televisión siguen sonando, como si estuvieran orgullosos de los acontecimientos. Nueva York siempre ha sido una ciudad exagerada, así que ¿por qué no ahora? Más casos, más hospitalizaciones, más ingresos en UCIs, más intubaciones, más muertes. Las noticias son aterradoras y al mismo tiempo completamente reñidas con la experiencia cotidiana de la ciudad, que se ha vuelto extrañamente tranquila, tan pacífica. Sin tráfico, sin ruidos de construcción, sin molestas alarmas de autos, sin gritos extraños en medio de la noche. Incluso las ambulancias son, en su mayoría, silenciosas, sin autos contra los que luchar.
Como respuesta a desafíos globales como el cambio climático, la discriminación y la vulnerabilidad física, diseñadores e ingenieros de todo el mundo han desarrollado materiales de construcción innovadores que priorizan el bienestar humano en proyectos urbanos, de arquitectura e interiores.
Uno de los cambios más importantes en la cultura laboral contemporánea ha sido la adopción del trabajo remoto. Es más, incluso después de más de dos años desde que inició la pandemia, sigue siendo la realidad de muchos trabajadores. Si bien algunos pensaron que esto podría significar el fin de la oficina física, muchas empresas han optado por un escenario intermedio: un funcionamiento híbrido y flexible para recuperar la colaboración presencial sin dejar de lado los beneficios del home office. Sin embargo, volver a las oficinas en un contexto de pandemia ha motivado una serie de preguntas, entre ellas, ¿cómo asegurar un entorno laboral seguro y saludable?
Los productos con propiedades naturales que repelen los gérmenes -como ciertas maderas y el cobre- y los que tienen texturas que ayudan a evitar la proliferación de bacterias serán consideraciones comunes de materialidad para la especificación de interiores comerciales tras la pandemia de COVID-19. Imagen por cortesía de Marin Architects
En la republicación de esta semana de Metropolis, Amanda Schneider, presidenta de ThinkLab, la división de investigación de SANDOW, explora cómo "los diseñadores pueden ayudar a crear interiores saludables y seguros con una cuidadosa selección de las superficies". Al preguntarse cómo podemos lograr tener superficies higienizadas sin tener que limpiarlas a fondo con regularidad, la autora analiza a fondo la materialidad de los interiores.
Después de más de un año de experimentar a escala mundial el home office, todavía no hemos encontrado la fórmula perfecta para que los y las trabajadoras puedan regresar a sus espacios laborales. La situación con el trabajo desde casa (WFH), es que no sólo ha durado más de lo previsto, sino que se ha introducido rotundamente en nuestras vidas y cambiará para siempre, sin dudas, la forma en que trabajaremos en el futuro. Ahora que las vacunas empiezan a distribuirse, los líderes de todo tipo de organizaciones deben empezar a pensar seriamente cómo van a manejar el regreso de sus empleados a las oficinas físicas.
La obra más reciente de Kengo Kuma en Milán, Italia, ya comenzó su construcción. Se trata de "Welcome, feel at work", una oficina biofílica para al empresa Europa Risorse, que pretende proporcionar un espacio de trabajo centrado en la salud y el bienestar de los empleados, integrado en su entorno local. Imaginado como uno de los desarrollos de oficinas más sostenibles hasta la fecha, el proyecto está previsto para concluirse en 2024.
“El cambio impulsa la innovación. Debemos evolucionar continuamente hacia lo que parece un lugar de trabajo exitoso ”, dijo Nicole Senior, directora de experiencia en el lugar de trabajo de Tinder. El cambio, la innovación y la conexión humana fueron temas destacados en un Think Tank del 17 de diciembre, organizado por Rapt Studio, y titulado "Mirando hacia atrás, mirando hacia adelante: lecciones de la fuerza laboral para 202".
Bangladesh, Dhaka, asentamiento de tugurios Korail en el centro de la ciudad. Imagen cortesía de ONU-Habitat
En todo el mundo, desde 2014, cada 31 de octubre se celebra el Día Mundial de las Ciudades. Con motivo de este evento, ONU-Hábitat ha publicado su Informe sobre el valor de la urbanización sostenible de las Ciudades del Mundo 2020, centrándose en los temas más actuales y urgentes. Al analizar el valor intrínseco de las ciudades para generar prosperidad económica, mitigar la degradación ambiental, reducir la desigualdad social y construir instituciones más sólidas, el informe destaca cómo, en conjunto, estos factores pueden generar cambios transformadores.
Hace algunos años, no notábamos una relación directa entre el diseño arquitectónico y los distintos tipos de virus con los que convivimos. Con 0.00001 milímetros de tamaño –cien veces más pequeños que las bacterias– su presencia es tan invisible como amenazante, y debido a la aparición del COVID-19, hoy somos más conscientes de que su existencia y transmisión puede ser controlada a través de decisiones inteligentes de diseño y una correcta elección de los materiales.
Aunque no todos los virus son nocivos para la salud humana, los baños pueden ser espacios especialmente propicios para la propagación de patógenos virales, por su función centrada en el aseo del cuerpo y la evacuación de desechos humanos. ¿Qué materiales y productos pueden ayudar a mantener la higiene y salubridad de estos espacios?
Con la mayor parte del mundo viviendo en ciudades y pueblos en crecimiento, las personas tienden a pasar la mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Cuando no estamos en casa, estamos trabajando, aprendiendo o incluso participando en actividades de esparcimiento en entornos cerrados. Sumando todo, pasamos el 90% de nuestro tiempo en el interior. Por lo tanto, es esencial garantizar una calidad ambiental interior cómoda, productiva y saludable, siguiendo parámetros bien regulados y prácticas de diseño que consideren la temperatura, la iluminación, la contaminación acústica, la ventilación adecuada y la calidad del aire que respiramos. Esto último es especialmente importante, ya que, al contrario de lo que podríamos pensar, la contaminación del aire es mucho mayor en interiores que en exteriores.
París, Francia - 17 de Abril, 2020: El restaurante brasserie en Boulevard Saint Germain está cerrado debido a la epidemia de coronavirus COVID19 en París. Imagen vía Shutterstock/ By Jerome LABOUYRIE
MASS Design Group ha publicado una guía para restaurantes que responde a la crisis que la pandemia de coronavirus ha provocado en el mundo, con el fin de ayudar a estos negocios a reabrir de manera segura y viable. Con base en las recomendaciones mundiales de salud, los protocolos redactados apuntan a mantener seguros tanto al personal como a los clientes, así como a facilitar las operaciones.
Aunque todo proyecto de arquitectura debe asegurar el bienestar y la seguridad de sus ocupantes, los espacios hospitalarios deben ser especialmente saludables, ya que serán utilizados en su mayoría por personas propensas a enfermar o a empeorar su condición inicial. Por este motivo, su diseño no sólo debe apoyar los procedimientos médicos y permitir su desarrollo en óptimas condiciones, sino que además debe asegurar que el entorno se mantenga esterilizado y limpio en todo momento.
¿Cómo funcionan los materiales que combaten la aparición de bacterias patógenas? ¿Es posible mejorar la higiene y salubridad del ambiente sin descuidar la estética del espacio? Revisamos el caso de las superficies sólidas Krion®, utilizadas ampliamente en el sector sanitario pero también en proyectos residenciales, comerciales y de oficinas.
Muchos de nosotros ya hemos vivido o estamos viviendo en algún tipo de vivienda comunitaria. Ya sea por una experiencia universitaria de vivir en un dormitorio o en una comunidad de jubilados llena de otras personas mayores, el concepto vagamente definido, pero cada vez más popular, de co-living ha tomado muchas formas en la sociedad. Los gigantes del mercado dedicados al co-living, incluidos WeLive, Common y Ollie, se centran en participar en una economía compartida, ofreciendo una solución de vivienda financieramente sensata y fomentando las conexiones sociales. A medida que continuamos luchando contra la pandemia del COVID-19 y nos adaptamos a la aplicación del distanciamiento social y los mandatos de quedarse en casa, los arrendatarios que viven juntos se han visto obligados a descubrir nuevas formas de convivir, al tiempo que mitigan los riesgos para la salud. De hecho, las comunidades que habitan en un co-living pueden estar mejor posicionadas, en cuanto al manejo de la pandemia y el sentido de normalidad, que las ofertas de bienes raíces de residencias tradicionales.
En la cotidianidad de nuestra jornada laboral convencional nos vemos influenciados por muchas distracciones que van afectando la productividad. Estas ya se han convertido en la rutina. Pero ahora que no perdemos tiempo en movilizarnos, y nos restringimos a las actividades que podemos desarrollar en casa, administramos el tiempo con prioridades más integrales.
El estudio bogotano 57Uno enfoca su práctica en la sostenibilidad y ahora ha explotado su creatividad hacia la resiliencia y la adaptabilidad mediante la propuesta Arquitectura en Transito que busca contribuir a la emergencia de salud por el COVID-19 aprovechando los buses en desuso de uno de los mayores causantes de la mala calidad del aire en la capital colombiana.
En medio de una pandemia que ya ha afectado a 184 países e infectado a más de un millón de personas en todo el mundo, buscamos cubrir todos los temas que relacionan al cononavirus con la arquitectura y el espacio.
Durante las últimas décadas, los espacios interiores se han vuelto cada vez más abiertos y versátiles. Desde los gruesos muros y las múltiples subdivisiones de las villas Palladianas, por ejemplo, hasta las plantas libres y multifuncionales de la actualidad, la arquitectura intenta combatir la obsolescencia al proporcionar los entornos más efectivos para que la vida pase como debería, facilitando las experiencias cotidianas de las personas en el presente, pero también en el futuro. Y aunque las antiguas villas de Palladio todavía pueden acoger una variedad de funciones y estilos de vida, readaptando sus usos sin cambiar un centímetro de su simetría y modulación original, en la actualidad la flexibilidad parece ser la receta para extender la vida útil de los edificios tanto como sea posible.
¿Cómo diseñar espacios lo suficientemente neutros y flexibles como para adaptarse al ser humano en evolución, sin dejar de ofrecer las soluciones que cada persona requiere hoy? Un antiguo elemento podría ayudar a redefinir la manera en que concebimos y habitamos el espacio: las cortinas.