1. ArchDaily
  2. Príncipe Carlos

Príncipe Carlos: Las más recientes noticias y obras de arquitectura

La torre de Mies van der Rohe que nunca fue construida en Londres

En la década de 1960, James Stirling le preguntó a Ludwig Mies van der Rohe por qué no había diseñado visiones utópicas para las sociedades del futuro, como el Broadacre City de Frank Lloyd Wright o el Cité Radieuse de Le Corbusier. Mies respondió que no estaba interesado en fantasías, sino en "volver bella la ciudad ya existente". Cuando Stirling citó esta conversación décadas más tarde sería en el contexto de la audiencia de una consulta pública en Londres, tratando desesperadamente de salvar el único diseño de Mies van der Rohe en Reino Unido del rechazo de los órganos municipales de planificación.

No pudo ser posible: la propuesta nunca se construyó y los dibujos fueron guardados en un archivo privado. Ahora, por primera vez en más de treinta años, el proyecto Mansion House Square de Mies es presentado al público en la exposición Mies van der Rohe and James Stirling: Circling the Square, en el Royal Institute of British Architects (RIBA). Y tras superar la meta en una campaña de Kickstarter, también se publicará un libro a cargo de REAL Foundation.

La torre de Mies van der Rohe que nunca fue construida en Londres - Image 1 of 4La torre de Mies van der Rohe que nunca fue construida en Londres - Image 2 of 4La torre de Mies van der Rohe que nunca fue construida en Londres - Image 3 of 4La torre de Mies van der Rohe que nunca fue construida en Londres - Image 4 of 4La torre de Mies van der Rohe que nunca fue construida en Londres - Más Imágenes

'Queremos Masterplanners, no Arquitectos'. Así reza la nueva licitación para Chelsea Barracks -Londres.

'Queremos Masterplanners, no Arquitectos'. Así reza la nueva licitación para Chelsea Barracks -Londres. - Image 3 of 4

Dicen que el cliente siempre tiene la razón, y en el proyecto de Chelsea Barracks el cliente Qatari Diar llegó a la decisión de que para hacer lugares de calidad lo que necesitaban en el oeste de Londres no era precisamente Arquitectos, sino Masterplanners. Razón o no en los dichos del cliente, lo que sí tienen éstos es poder – y facultades- para hacer y deshacer a su gusto. Por eso, después de meses de controversia, y debido principalmente a la presión impuesta por el Príncipe Carlos de Inglaterra ante el proyecto desarrollado por Lord Rogers, -Rogers, Stirk Harbour + Partners, el inversionista Qatari Diar decidió cerrar el proyecto del premio Pritzker y llamar a licitación a 10 nuevos estudios tanto de UK como de US.

Luego de esta decisión gatillada también por la presión de los vecinos de Chelsea acusando la propuesta de Rogers de poca sensibilidad urbana, el proyecto toma un nuevo giro y vuelve a foja cero. La idea es concursar la idea entre los nuevos 10 equipos -lo sentimos, no hay star architects-, llegar a una lista corta de 3 estudios en Noviembre, y luego decidir sobre la base de una propuesta ‘fresca’, basada en un ‘proceso iterativo con la comunidad…que logre crear “lugares” más que edificios objetos’. (( Chelsea Barracks: ten new practices in the running. The Architects’ Jornal. 12 Agosto 2009 ))

Chelsea Barracks, London / El neoclasicismo del Príncipe Carlos contra la propuesta de Lord Rogers

Chelsea Barracks, London / El neoclasicismo del Príncipe Carlos contra la propuesta de Lord Rogers - Arquitectura Comercial

Una discusión que no ha dejado de sorprender a los medios y la crítica especializada en Londres es la reciente intervención del Príncipe de Gales en el proyecto residencial de Chelsea Barracks desarrollado por el estudio de Sir Richard Rogers, -Rogers, Stirk Harbour + Partners-. La polémica se desató luego de que el Príncipe Carlos manifestara públicamente su rechazo al proyecto de Rogers exponiendo en la prensa un proyecto alternativo de estilo desarrollado por Quinlan & Francis Terry. Haciendo uso de su influencia política, Carlos contactó al Emir de Qatar, -uno de los principales propietarios del terreno- para ejercer presión favoreciendo la propuesta de uno de sus arquitectos neoclásicos favoritos. Una discusión que en un principio pareciera detalle de estilos conlleva un delicado conflicto de poderes y una amenaza a la transparencia de los procesos de construcción de ciudad en Londres.