
La arquitectura de interiores es, sin duda, mucho más que la composición de ambientes estéticamente atractivos. Desde materiales de construcción y condiciones térmicas hasta revestimientos y mobiliario, cada decisión de diseño afecta directamente el confort del usuario. Sin embargo, esta relación diseño-bienestar es más evidente a nivel de unidad de vivienda, más aún cuando los más de dos años de pandemia han obligado a muchos a pasar más tiempo en sus casas. Esto ha posicionado al hogar como protagonista de la renovación de espacios, transformándose en un ambiente dedicado a la tranquilidad y la salud. El bienestar no es, por lo tanto, una simple tendencia pasajera. Si bien pasó a primer plano impulsado por la pandemia, hoy es un movimiento de diseño que está aquí para quedarse –y al que cada material o producto debe responder.