Casa Alegrana: renovación personal y detallada de una vivienda en Quito

En Marzo de 2015, los arquitectos Daniel Moreno Flores y Carla Kienz desarrollaron una intima renovación de una vivienda en Quito, proyecto que respondió directamente a los requerimientos personales de la clienta.

El proceso de diseño sirvió para entablar una relación estrecha entre todos los actores participantes, permitiendo tomar las circunstancias que rodeaban al proyecto como un apoyo a su desarrollo. De esta manera, se generaron una serie de espacios únicos, reutilizando todo el material disponible tanto en la casa como en otros espacios frecuentados por su dueña.

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Descripción por los arquitectos. Se inició el trabajo proyectual haciendo sesiones de arquitectura como terapia, una oportunidad de generar un lazo con la clienta, donde se pueda hablar sobre ciertos temas que la arquitectura pueda sanar. Fue un ejercicio valioso que nos permitió ampliar la conversación y darle un significado a lo que estábamos realizando.

Se buscó fomentar espacios sensoriales y al mismo tiempo se priorizo hacerlos didácticos. El primero abraza y abriga, el segundo permite aprender sobre lo que está ocurriendo.

© Roberto Alban

Es una intervención pequeña dentro de un departamento en una zona urbana consolidada. Este aspecto lo vemos positivo ya que el esfuerzo que se tiene que hacer es menor, el gasto de los recursos es bajo con respecto a hacer todo de nuevo. La rehabilitación de los espacios consta principalmente de una cocina y un baño que funcionaban perfectamente, por lo que se buscaba generar una renovación muy personal de la clienta. La cocina debía ser cálida, ser un refugio, ser acogedora, protectora, permitir dar cariño mientras cocinas, compartir con otras personas, conversar y rozarse. El baño debía ser tropical y que te lleve hacia un bosque húmedo.

© Roberto Alban

Decidimos aplicar la táctica de destruir para construir, y esta fue la primera operación para considerar el entorno físico y potenciarlo. La baldosa era oscura y con amoladora se la trabajó como borrador para que aparezca el color rojizo propio del material, creando una nueva atmósfera con el mismo material. Se botaron paredes que nos permitieron vincular los espacios y hacer que los usos cambien hacia los nuevos requerimientos, lo que nos arrojó una gran cantidad de material. Decidimos ocupar y combinarle con otra circunstancia; se retiraron los muebles de la cocina por lo que quedaron ausencias en las paredes y pisos, de esa forma los escombros se trabajaron de una manera artesanal y se llenarón los huecos.

© Roberto Alban

Como segunda operación decidimos ampliar nuestra mirada y observar que es lo que nos puede ofrecer nuestro entorno inmediato: amigos, familia, trabajo o ciudad. Hicimos una visita al trabajo de la clienta y vimos que podíamos utilizar distintos materiales; unas piezas rosadas que anteriormente servían para carga, pernos y tuercas oxidados y papel periódico (es un elemento simbólico ya que la clienta es escritora de un diario). Al entrar en estas dinámicas surgieron nuevas cosas. Cuando salía ella de su casa se percató de que estaban cortando árboles en la calle, sin pensarlo dos veces extendió sus brazos y teníamos troncos enormes para su cocina.

© Roberto Alban

Trabajamos desde la descontextualización y abstracción de los objetos; es una cocina que no parece cocina. El tronco enorme es el mesón central que reunirá a la gente mientras se come, la tapa de la maderota tuvo un proceso natural de deshidratación y se convirtió en una batea, lo que nos llevó a pensar que debía ser el fregadero, y una pieza que cortamos de la gran madera (por que era muy larga) después se convertiría en el lavamanos.

© Roberto Alban

Como tercera operación se hizo un sistema de madera que permita cerrar los espacios y que al mismo tiempo sea mueble. Se hace un juego de fuerzas, de equilibrio, peso, compresión. Donde la madera trabaja a presión por medio de cables de acero.

Se incorpora al usuario como participe de esta arquitectura. La cocina cambia de uso y tamaño, y existe una mesa voladora que acompaña al gran tronco, la que por un lado puede ser para 8 personas (los desayunadores) y estar todos juntos, pero por otro puede ser sólo para ella, mientras se sumerge en sus lecturas mientras come.

Diagrama / Estado Anterior
Diagrama / Botar
Diagrama / Rojo
Diagrama / Escombros
Diagrama / Cuelgue Maderas
Diagrama / Tensores
Isométrica
© Roberto Alban

Arquitectos: Daniel Moreno Flores y Carla Kienz
Ubicación: Barreto y Coruña, Quito, Ecuador
Diseño: Marzo 2015
Construcción: Julio 2015
Colaboración: Lucia Gomez
Materiales: Escombros, Baldosa Pulida, Madera (Eucalipto / Sangre de Gallina), Periódico, Cables, Cobre
Maestros: Jaime Quinga y Roberto Quinga
Eléctrico: Luis Morales
Maderas Grandes: Francisco Álvaro
Forma de diseño: Maquetas, pruebas constructivas esc. 1-1, búsqueda de materiales en lugar de trabajo de propietaria y donde se bota los árboles de la ciudad, Sketchup y pruebas en construcción
Presupuesto Total: 11.000 dólares 200Costo/m2
Superficie o Volumen construido: 55m2
Fotografías: Roberto Albán, Sebastián Calero

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Sobre este autor/a
Cita: José Tomás Franco. "Casa Alegrana: renovación personal y detallada de una vivienda en Quito" 07 abr 2016. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/784565/casa-alegrana-renovacion-personal-y-detallada-de-una-vivienda-en-quito> ISSN 0719-8914

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