Reflexiones sobre los cambios en la ciudad de Nueva York: 'Shed' frente a 'Vessel'

The Shed en construcción, vista desde High Line, Febrero 2018. Image

En esta tercera entrega neoyorquina, Kosme de Barañano nos hace llegar el estado actual de la construcción de dos de los que serán, con seguridad, nuevos éxitos en La Red del espacio público globalizado, síntoma del giro hacia lo escultórico de las arquitecturas destinadas a ese tipo de consumo. El cobertizo y la escalera: dos construcciones muy diferentes que de alguna manera plantean una pregunta antigua: ¿son  esculturas o son arquitectura?

Dentro del Hudson Yards, un proyecto de remodelación urbana, en el último tramo del High Line Park, dos construcciones están llamando la atención en el Nueva York de este mismo momento. Dos construcciones, una al lado de la otra. Dos construcciones muy diferentes que de alguna manera plantean una pregunta antigua: ¿son esculturas o son arquitectura?

Una de ellas se llama Vessel y es un proyecto de Heatherwick Studio. La otra se llama The Shed, está firmada por los arquitectos Diller Scofidio+Renfro. Unas escaleras abiertas hacia el cielo frente a una cáscara o cobertizo que se mueve y que se cierra.

The Shed es un centro cultural, que alcanzará 19.000 metros cuadrados, con una estructura de base permanente y una cubierta exterior telescópica que se puede desplegar sobre la plaza adyacente, con espacios para exhibiciones, instalaciones, conciertos y todo tipo de producciones culturales. La sala puede acomodar a una audiencia de 1.200  personas sentadas o 2.700 de pie.

The Shed en construcción, vista sur, Febrero 2018. Image © Timothy Schenck

El techo entero de la cáscara funciona como una cubierta teatral, capaz de expandirse y contraerse enrollando la carcasa telescópica sobre unos rieles, inspirados en el pasado industrial de la High Line y el West Side Railyard. Mediante el uso de sistemas de construcción convencionales para la estructura fija y la adaptación de la tecnología de grúas pórtico para activar la carcasa exterior, el edificio flexible se puede ajustar a la programación en interior o al aire libre. The Shed se inspira en el Fun Palace (1964), la máquina teatral ideada por el arquitecto británico Cedric Price y el director de teatro Joan Littlewood. La cáscara, más de 4.000 toneladas, viaja en una pista de doble rueda basada en las grúas pórtico comúnmente utilizadas en los muelles vecinos, desplegándose en cinco minutos. Con la finalización de su enorme armazón de acero, 'el cobertizo'  está programado para abrir en primavera de 2019. El ex alcalde Michael Bloomberg lo ha dotado de 75 millones de dólares para programación.

The Shed en construcción, Febrero 2018. Image © Timothy Schenck

A un lado de este cobertizo móvil se está construyendo el Vessel, un conjunto de escaleras de 15 pisos, concebidas como escultura. Está compuesta de 75 unidades individuales prefabricadas por Cimolai, en su instalación de Monfalcone (Italia), y luego enviadas a Nueva York.

Se trata de 154 tramos de escaleras interconectados, 2.500 peldaños individuales y 80 descansillos, totalizando una milla de camino en escalada  hacia arriba. La estructura se  va ampliando considerablemente a medida que se sube, desde una base de 15 metros de diámetro hasta  45 metros en su punto más alto, todo dentro de un marco de acero estructural pintado, con las superficies de la parte inferior cubiertas por una piel pulida coloreada en cobre.

Vessel. Heatherwick Studio. Image Cortesía de Related-Oxford

Estas escaleras recuerdan a las pasarelas interiores de la principal biblioteca de la Universidad de Nueva York (NYU), la Bobst Library, construida en 1973 por Philip Johnson y Richard Foster, como un atrio de 12 pisos con una caída de 45 metros, en el que se han suicidado ya varios estudiantes. Después de que uno saltara al atrio central hace siete años, la escuela instaló cercas metálicas, en la parte superior de las barreras de plexiglas, que había puesto años atrás en las pasarelas, en respuesta a tres suicidios desde 1973.

El diseño dramático de Vessel está inspirado en los baori, o 'aljibes escalonados' de la India, con sus centenares de escaleras descendiendo. Pero aquí es al revés, un stepwell que sube al cielo de New York, que busca un escenario. Vessel es una atalaya o un puesto de guardabosques que controla el High Line y el  West Side de Manhattan.

Escaleras de la biblioteca de la Universidad de Nueva York. Philip Johnson + Richards Foster, 1973.. Image © NYU

Alrededor hay un parque de 200 árboles ya crecidos y ocho mil plantas y un pasillo de agua, diseñado por Nelson Byrd Woltz. Stephen Ross, el presidente y CEO de Related Companies, el desarrollador principal de Hudson Yards, está financiando la pieza de 250 millones de dólares por su cuenta. Es natural que Stephen Ross, el constructor principal de Hudson Yards, eligiera a Heatherwick Studio para diseñar la pieza central, porque sus creaciones siempre asombran. Para el Pabellón del Reino Unido en la Expo de Shanghai 2010, Heatherwick reunió 60.000 tubos de acrílico transparente desde un espacio central para crear un objeto difuso y cristalino cuya aparente fragilidad era tan fascinante como inteligente. La primera gran exposición individual del grupo la presentó el Museo Victoria & Albert Museum en 2012 con más de 150 objetos. Heatherwick ha sido el ganador del Premio Príncipe Philip Designers y London Design Medalla Medalla de Diseño de Londres, y fue el miembro más joven jamás del Royal Designer for Industry en 2004.

Heatherwick se refiere a su pieza como un "dispositivo" (a “new kind of public landmark”) Heatherwick dijo que no tiene un significado prescrito y que corresponde al público decidir -una votación de la práctica espacial radical si alguna vez hubo una.Heatherwick espera que Vessel pueda ser utilizado para actuaciones en vivo, un foro dinámico y ostensiblemente más público que un teatro de Broadway o el sofisticado cobertizo corporativo de DS+R adyacente a la pieza de Heatherwick.

Vessel. Heatherwick Studio. Image Cortesía de Related-Oxford

La filosofía de este equipo la define así su fundador Thomas Heatherwick: "Tenemos un taller, máquinas y equipos y cosas para probar materiales. Tenemos personas que son expertos en la investigación de procesos y técnicas, por lo que la cosa más emocionante es embarcarse en algo donde no sabes cuál será el resultado. No estamos interesados en tener un estilo o algo así. Para nosotros la tarea es inventar una solución que sea la adecuada para ese lugar en particular. Es un proceso de miedo, hay muchas incógnitas y no significa que siempre esté bien el final, tienes que estar muy firme todo el tiempo tratando de aprovechar al máximo las posibilidades que un proyecto te puede ofrecer y eso es lo que creemos que nuestro trabajo trata de hacer"[1]. Filosofía que parece inspira también a la cantante Taylor Swift en su reciente'Look What You Made Me Do'.

Vessel. Heatherwick Studio. Image Cortesía de Related-Oxford

Heatherwick se ha ganado una reputación internacional por realizar trabajos que buscan el asombro (como pedía Aristóteles a la filosofía) y muestran su ingenio en muchos campos: de la arquitectura, del mobiliario, del diseño, de la moda, pasando por la escultura, el transporte y la planificación urbana. Recientemente junto con Norman Foster ha realizado en el centro de Shanghái, un auditorio inspirado en los teatros tradicionales chinos, que está envuelto por un ‘velo móvil’, una fachada con tres capas compuestas por tubos colgantes de bronce con un mecanismo que la abre. Así como Zeitz Museum of Contemporary Art África en Ciudad del Cabo (MOCAA) abierto a finales del 2017. El hotel The Royal Portfolio ocupa seis pisos por encima del museo y se aloja dentro de la parte del elevador de grano del edificio donde el grano fue levantado por ascensores de la cama de riego hasta la cima para poder pesarlo, limpiarlo, empaquetarlo, almacenarlo y distribuirlo.

Vessel. Heatherwick Studio. Image Cortesía de Related-Oxford

El diario The New York Times ha llamado a Vessel "una escalera a ninguna parte" (a stairway to nowhere); otros críticos lo consideran un kebab, la parrilla vertical que da vueltas, el gyros griego; a otros  les recuerda la inclinación de las escaleras en la estación de metro en Lexington-63rd Street; para otros es un gewgaw, un  juguete barato de la Edad Dorada contemporánea a Trump.

Vessel. Heatherwick Studio. Image Cortesía de Related-Oxford

La pregunta que ambas construcciones, Vessel y The Shed, plantean es la pregunta por su pertenencia: su device, es decir, su aparato, su recurso, su estrategia, ¿pertenece a la  arquitectura o a la escultura? En ambos casos hay  un profundo compromiso con la integración del diseño en el conjunto de una obra, la búsqueda de nuevos materiales apropiados a las soluciones pensadas, donde la elegancia formal va de la mano con la técnica. Ambos se dirigen a la tactilidad, a la textura y, sobre todo, a la forma extraordinaria. Ambos son un nuevo tipo de hito público: atractivo e interactivo, destinado a ser escalado y explorado. Pero entre ellos hay una diferencia radical.

The Shed en construcción, vista norte, Febrero 2018. Image © Timothy Schenck

Vessel no es arquitectura, es un menhir contemporáneo, es una infraestructura convertida en escultura. Un objeto sometido a la gravedad que actúa como un aparato para la reorientación del cuerpo en relación con el suelo y con la ciudad. Es un signo. Su intrincada simetría y estética se separa de la escalera clásica como signo de poder y prestigio, haciéndola popular y a la vez sin función alguna. No llega a ningún sitio, sino que al final se repliega sobre sí misma. La escalera como punto de reunión, como lo fueron los bancos de Scott Burton en los años 80. The Shed es un maravilloso cobertizo diseñado para cambiar físicamente a voluntad, pero su fin es proteger, acoger al ser humano, es una arquitectura de infraestructura.

[1] We have a workshop, machines and equipment and things to try materials out on. We have people who are skilled in researching processes and techniques, so it’s the most exciting thing to embark on something where you don’t know what the outcome will be. We’re not interested in having a style or something. For us the task is to invent a solution that is right for the particular place. It’s a scary process, there are so many unknowns and it doesn’t mean it’s always alright in the end, you have to be on your toes all the time to try to make the most of the possibilities that a project can offer and that’s what we feel our job is to try to do.

Este artículo fue originalmente publicado como 'REFLEXIONES sobre los CAMBIOS en la CIUDAD de NY. 3/4. SHED frente a VESSEL: COBERTIZO Y ESCALERA' el 8 de marzo del 2018 en el blog de ARKRIT, Grupo de Investigación perteneciente al Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la ETSAM de Madrid que se dedica al desarrollo de la crítica arquitectónica entendida como fundamento metodológico del proyecto. Lee más de sus artículos aquí.

Sobre este autor/a
Cita: Kosme de Barañano. "Reflexiones sobre los cambios en la ciudad de Nueva York: 'Shed' frente a 'Vessel'" 15 ago 2018. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/900238/reflexiones-sobre-los-cambios-en-la-ciudad-de-nueva-york-shed-frente-a-vessel> ISSN 0719-8914

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