
Muchas de las tendencias actuales en el diseño de ciudades sustentables guardan una paradójica relación con aspectos estructurales del poblamiento histórico o tradicional; un tipo de poblamiento, según Carlos Flores (1973), característico de las sociedades anteriores a la revolución industrial. No resulta tan extraño si consideramos, siguiendo al mismo autor, algunos de los principios que regían la disposición de aquellos pueblos y ciudades: adaptación al lugar (condiciones climáticas, físicas, bióticas), gestión de la escasez de recursos, déficit tecnológico, autogestión de recursos y necesidades, materiales y técnicas de cada lugar; cooperación mutua entre los diversos elementos constructivos; o inexistencia del diseño “de autor” y sometimiento de este a las funciones; Ello en conjunto, casi sin excepción, provocaba conjuntos de alta armonía y belleza.