Zaha Hadid está enfrentando nuevos obstáculos tras su descartado diseño para el estadio olímpico de Tokio. Según la arquitecta, el Consejo Deportivo de Japón (JSC, por su sigla en inglés) está reteniendo un pago vencido hasta que la oficina internacional acepte renunciar a la propiedad de sus diseños originales.
Después de trabajar en el diseño por más de dos años, la oficina británica fue desplazada del proyecto tras objeciones en el presupuesto en 2015. Tras el bochorno y un nuevo concurso, Kengo Kuma se adjudicó el diseño del nuevo estadio, que según Zaha Hadid es sospechosamente similar a su propuesta original "en la estructura, el diseño y numerosos elementos".
Ahora, la institución japonesa exige a Zaha Hadid que acepte las nuevas 'Reglas de conformidad' que permitirían que el nuevo arquitecto del estadio "use cualquier producto de la obra, independientemente de sus derechos de autor".