
El trabajo realizado por Konstantín Melnikov en las tempranas décadas del siglo XX constituyen un valor incalculable para la arquitectura moderna y son hasta hoy material de referencia y estudio para muchos arquitectos interesados en rescatar y reinterpretar los postulados del siglo que recién pasó. Por lo mismo nos resulta extraño enterarnos que su legado material no se encuentra en las condiciones de conservación que deberían.
La siguiente carta es un esfuerzo conjunto donde arquitectos e historiadores que se unen para hacer evidente el actual estado de la Casa Melnikov y además proponer que su restauración sea quien acoja su valioso legado transformándose en un museo. Esta voz de alerta es un mensaje dirigido a autoridades, inversionistas e instituciones sin más intención que mantener viva la huella de este maestro ruso.
La carta a continuación.















