Un buen diseño debe adaptarse a las necesidades de sus usuarios, a la misma vez que el diseño participativo busca reducir la distancia entre los arquitectos y quienes habitarán los proyectos. En este sentido, los proyectos dirigidos a la infancia que integran a los niños y niñas como actores centrales en el proceso de diseño muestran cómo la escucha activa y la co-creación se traducen en espacios a escala infantil y pensados para una etapa de intenso aprendizaje.
Ya sean jardines infantiles, escuelas, centros comunitarios o espacios públicos, los proyectos que cuentan con la participación de niños muestran cómo el proceso de diseño puede convertirse en un intercambio enriquecedor para ambas partes. Por un lado, los niños pueden aprender sobre materiales, escalas, toma de decisiones y desarrollar conciencia espacial. Por otro, los arquitectos responsables de materializar los deseos y necesidades de los jóvenes usuarios pueden ejercitar la sensibilidad y la imaginación, y reconocer una visión del mundo distinta, enfocada en el descubrimiento. Todo esto es posible mediante la escucha y el diálogo abierto entre diferentes grupos etarios.
Ghibli and Disneyworld comparison. Image via J-LIGHTS / Koichiro Itamura and Theme Park Tourist on wikipedia with license CC BY 2.0
Cuando se trata de diseñar para la imaginación de un niño, el ámbito arquitectónico presenta dos filosofías distintas. Disneyland y Studio Ghibli, ambos maestros en el arte de contar historias imaginativas, representan esta división central. Sus enfoques, lejos de ser accidentales, reflejan diferentes visiones sobre cómo los niños experimentan y se relacionan con el espacio. Uno ofrece un espectáculo de fantasía construida, mientras que el otro propone un paisaje para la magia potencial. Estos dos modelos plantean a los arquitectos una elección fundamental a la hora de abordar este tipo de proyectos: diseñar espacios que respondan a la necesidad innata de los niños de descubrimiento sensorial y personal, o crear una fantasía que apele a su creciente capacidad de comprender narrativas y espacios más complejos.
Por Jeanette Fich Jespersen, MA, Directora del Instituto de Juego KOMPAN, Presidenta del comité directivo del Instituto Mundial de Investigación sobre Parques Infantiles, Universidad del Sur de Dinamarca, Vicepresidenta de la Asociación Internacional del Juego, Dinamarca.
"No, no quiero ir a ese parque infantil. ¡Es aburrido!". Esto puede parecer algo que ningún niño diría jamás. Sin embargo, los niños tienen opiniones claras sobre los parques infantiles que les gustan desde muy temprana edad. La razón por la que no solo los padres y cuidadores, sino también los urbanistas y arquitectos deben escuchar y adaptarse, es más importante que nunca.
Históricamente, la noción de infancia tal como la entendemos hoy no existía y, hasta la Edad Media, los niños eran vistos como adultos en miniatura. Según el historiador Philippe Ariès, recién a partir del siglo XVII la infancia comenzó a entenderse como una etapa diferenciada del desarrollo, que requiere cuidados, educación y protección específicos. Sin embargo, este reconocimiento progresivo no siempre se ha reflejado de forma coherente en el diseño y la organización del espacio urbano.
El campo — históricamente subestimado — ha emergido como un territorio fértil de posibilidades. Más que un "espacio marginado", el rural latinoamericano se afirma hoy como un verdadero laboratorio de experimentación arquitectónica, social y ecológica. Desde comunidades agroecológicas hasta tecnologías de bajo impacto, de las relaciones entre humanos, máquinas y otros seres vivos a las soluciones locales para desafíos globales como la crisis climática, la seguridad alimentaria y la migración — el campo está rediseñando, con autonomía e inventiva, su propio futuro.
En 1982, en una conferencia sobre construcción de tierra en Tucson, Arizona, una presentación inusual desafió todo lo que los arquitectos/as pensaban saber sobre los recursos rurales. En lugar de centrarse en técnicas de construcción, el presentador, el arquitecto Pliny Fisk III, desplegó una serie de mapas dibujados a mano que revelaron algo extraordinario: Texas rural no era escaso en recursos, como sugiere la sabiduría convencional, sino rico en materiales más allá de la imaginación. Los mapas mostraban ceniza volcánica perfecta para concreto ligero, depósitos de caliche que se extendían a través de vastos territorios y bosques de mezquite que podrían suministrar tanto pisos de madera dura como aislamiento. La revelación redefinió las nociones predominantes de valor en la arquitectura.
Ante una crisis climática planetaria interconectada, la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de recursos, el diseño regenerativo surge como un camino hacia la construcción de futuros rurales resilientes y ecológicamente sintonizados. En la intersección de arquitectura, agricultura y ecosistemas locales, están surgiendo nuevos modelos de prácticas agrícolas resilientes y autosuficientes. Estos proyectos no son grandes sistemas industriales, sino intervenciones arquitectónicas de pequeña escala, precisas y profundamente contextuales que crean espacios que fomentan el cultivo sostenible mientras respetan los ritmos ambientales, materiales locales y el conocimiento comunitario.
Desde el diseño de interiores de establecimientos para la práctica deportiva hasta espacios de bienestar, la arquitectura contemporánea continúa experimentando con la incorporación de diferentes usos, instalaciones y materialidades que permitan expandirse a públicos amplios, generar nuevas espacialidades y potenciar el desarrollo de diferentes actividades en simultáneo. Si bien cada deporte demanda su propio tipo de arquitectura como por ejemplo el entrenamiento de escalada, desde Australia hasta Países Bajos, profesionales de la arquitectura y el diseño apuestan por crear atmósferas donde el ejercicio se vuelva más que una experiencia física sino también psicológica, conectando la mente y el cuerpo con un estado de renovación física, distención y sociabilidad.
La arquitectura no se improvisa. Pensar mucho no es lo mismo que pensar bien. Porque una idea brillante, sin claridad y propósito, se queda en nada. Proyectar sin convicción da como resultado más de lo mismo: formas huecas, sin discurso ni alma. La Maestría en Diseño Arquitectónico (MDA) de la Universidad Panamericana no es un simple posgrado: es una invitación a regresar al origen del oficio. Aquí, el espacio se piensa como acto crítico, sensible y vital. No vienes a impresionar: vienes a proyectar lo que de verdad importa. Cada decisión proyectual habla de ti, y aquí aprenderás a sostenerla y transformarla en arquitectura con propósito.
La manera en que percibimos un espacio no depende únicamente de su escala o de su forma, sino de una serie de decisiones que, desde el interior, moldean nuestra experiencia. Algunos gestos son determinantes: la altura libre, la organización de los planos verticales o el tamaño de la cama. Otros actúan con mayor sutileza, como la incidencia de la luz, la tonalidad de los materiales o el uso del color. Todas estas variables influyen en la forma en que se manifiesta el espacio—si lo sentimos abierto o contenido, seccionado o continuo. En esa misma línea, el uso de pisos en grandes formatos se vuelve una operación clave: reduce la fragmentación visual y refuerza la continuidad de las superficies.
https://www.archdaily.mx/mx/1032420/espacios-sin-juntas-como-los-grandes-formatos-transforman-el-lenguaje-arquitectonicoEnrique Tovar
Contar una obra de arquitectura es siempre un desafío. Las imágenes de un proyecto, por más acertadas o espectaculares que sean, muchas veces dejan fuera de la vista todo el proceso que las hizo posibles. El registro de esos procesos —la "cocina" arquitectónica— es, sin duda, una parte fundamental de cualquier obra. Y lo es aún más cuando tanto el proyecto como su metodología de ejecución se alejan de las formas convencionales. Este es el caso de la obra construida por Susana, encargada de una finca sin experiencia previa en construcción, que asumió el encargo y lo llevó a cabo por su cuenta, guiada únicamente por las instrucciones que el arquitecto del proyecto, Manuel Ocaña, le enviaba por WhatsApp.
Immersive Resilience Garden / Changyeob Lee + Studio ReBuild. Imagen Cortesía de Studio ReBuild
El cañón de hormigón de la calle Degraves en Melbourne fue una vez un austero corredor de servicio en la obscuridad funcional. Hoy, el estrecho pasaje palpita con vida más allá de su famoso café. Las gramíneas nativas caen en cascada de jardineras cuidadosamente ubicadas, mientras que pequeños arbustos crean microclimas frescos. Desafiando los modelos tradicionales de diseño ecológico, enfoques comunitarios sobre la biodiversidad invitan a repensar cómo arquitectos, planificadores y comunidades colaboran para desarrollar futuros urbanos biodiversos.
A medida que la incertidumbre climática y los cambios en los ecosistemas redefinen las prioridades del diseño, la arquitectura asume un papel cada vez más activo en estos debates, en lugar de limitarse a observar. Desde esta perspectiva, la idea de hacer un "re" fomenta un paso atrás consciente para repensar, reconectar y realinear la relación entre los edificios y su entorno. Este enfoque, fundamental para la arquitectura regenerativa, se extiende más allá de tecnologías o escalas específicas, abarcando desde planes maestros que buscan renaturalizar las ciudades hasta pabellones nacionales que combinan arte y ciencia.
¿Cuál es el camino a seguir? Por un lado, muchos debates actuales hacen hincapié en la tecnología; por otro, hay enfoques que, más que oponerse, se complementan entre sí y amplían el abanico de posibilidades, basándose en la tradición, los conocimientos ancestrales y un profundo conocimiento del entorno. Entre estas perspectivas, la obra de Rudolf Steiner y el movimiento antroposófico, desarrollado a principios del siglo XX, ofrece una visión e ideas que conectan la arquitectura con los ritmos ecológicos, los materiales y la vida comunitaria.
El medio rural siempre ha ejercido un papel fundamental en el desarrollo social y económico de los países. Hasta el siglo XVIII, era el principal espacio de producción y organización de la vida. Con la Revolución Industrial, sin embargo, ocurrieron profundas transformaciones estructurales que redefinieron esta dinámica. La industria pasó a ocupar una posición central, vinculándose al medio urbano y dando origen a una visión dicotómica y jerarquizada entre rural y urbano, agricultura e industria. En este contexto, dos visiones opuestas ganaron destaque: una preveía la desaparición de lo rural ante la urbanización y el avance económico; la otra apostaba por su permanencia y renacimiento. Hoy sabemos claramente cuál de las hipótesis se ha vuelto verdadera.
Desde su inauguración en abril, la Expo de Osaka ha recibido a millones de visitantes de todo el mundo, constituyendo una verdadera muestra de innovación, arquitectura y diseño. Entre sus hitos destaca el Gran Anillo, obra del arquitecto japonés Sou Fujimoto, considerada la estructura arquitectónica de madera más grande del mundo. Bajo el lema de la Expo 2025 —Designing Future Society for Our Lives—, más de 150 países, a través de sus pabellones, han abordado temas clave para la arquitectura contemporánea, como la circularidad en la construcción, la memoria cultural, y la innovación y tecnología orientadas al futuro del entorno construido y sostenible.
El teórico André Corboz, conocido por sus aportes a la lectura crítica del territorio, propone que las ciudades deben entenderse como un palimpsesto. Es decir, una superficie reescrita continuamente, donde las huellas de capas anteriores permanecen visibles incluso después de sucesivas intervenciones. Para él, la ciudad no es una entidad estática, sino un organismo en constante transformación, donde se superponen capas históricas, funcionales y simbólicas. Por ello, trabajar en proyectos de restauración o rehabilitación de edificios históricos es especialmente complejo, y exige una reflexión cuidadosa sobre el enfoque a adoptar: ¿deben las ampliaciones y renovaciones buscar una coherencia total con el lenguaje original, o afirmarse como expresiones arquitectónicas de su propio tiempo?
Andanzas y visiones españolas es el libro en el que Miguel de Unamuno recoge sus vivencias durante excursiones por ciudades y paisajes del territorio español, acompañado de amigos y colegas. Más que una descripción geográfica precisa, el texto se compone de narraciones en las que cada región y cada rasgo del territorio deja una huella profunda en su pensamiento. El discurso literario entreteje activamente la diversidad del entorno, el clima y el contexto como hilos fundacionales, presentando el territorio no solo como un lugar físico, sino también como un espacio para la reflexión y la contemplación. Esta mirada atenta al paisaje —tan diverso dentro de la arquitectura española— también resuena en el entorno construido, fomentando en la práctica contemporánea una adaptación sensible a las variadas condiciones climáticas del país, tanto a través de estrategias de diseño como mediante la elección de materiales.
https://www.archdaily.mx/mx/1032218/arquitectura-sensible-al-contexto-en-espana-7-proyectos-que-destacan-estrategias-materialesEnrique Tovar
Ubicado en una granja en el sur de India, el Museo del Arroz ocupa el piso superior de la casa de Syed Ghani, enclavada en el verde paisaje agrícola de Mandya — una región moldeada por estructuras de ladrillo, una extensa vegetación y conocimientos agrícolas ancestrales. Syed Ghani, un agricultor, historiador y museólogo, se ha dedicado a preservar las variedades indígenas de arroz a través de la conservación de semillas, su proliferación e iniciativas educativas. Con el apoyo de los agricultores locales, ha ayudado a recuperar más de 1,000 variedades nativas de arroz, protegiendo una parte esencial del patrimonio agrícola de India.
Nicolás Valencia conversa en Quito con los arquitectos Verónica Rosero y Néstor Llorca, coautores junto a María José Freire, sobre Pioneras de la arquitectura ecuatoriana, publicado por Trama Ediciones en 2021 y ganador de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito 2022 en la sección de publicaciones.
https://www.archdaily.mx/mx/1031265/las-mujeres-pioneras-de-la-arquitectura-ecuatoriana-segun-veronica-rosero-y-nestor-llorcaArchDaily Team
Ofreciendo un camino hacia la resiliencia y la seguridad alimentaria en las llanuras aluviales del lago Titicaca, los campos agrícolas Waru Waru se distribuyen por todo el altiplano peruano y constituyen un antiguo sistema agrícola. Conectando un legado ancestral con preocupaciones modernas sobre la seguridad hídrica y alimentaria, la resiliencia climática y la gestión sostenible de la tierra, estos sistemas agrícolas permiten abrir el debate acerca de la gestión eficiente del agua y la importancia de la biodiversidad agrícola. Al mismo tiempo, forman parte del sentido de identidad y orgullo de la comunidad aymara local consolidando un conocimiento cultural que se transmite y preserva entre generaciones.