Bauhaus Earth es una organización sin fines de lucro con sede en Berlín que trabaja hacia una transformación sistémica del entorno construido. Su misión incluye la transición a materiales bio y geo-basados, la reutilización de edificios existentes y la restauración de ecosistemas. Junto con el Bamboo Village Trust, un vehículo financiero filantrópico, y Kota Kita, una organización de diseño urbano participativo, Bauhaus Earth ha desarrollado BaleBio, un pabellón de bambú diseñado por Cave Urban que se eleva sobre la playa de Mertasari en Denpasar, Bali. El pabellón transforma un estacionamiento en desuso en un espacio abierto de reunión comunitaria, ofreciendo un contrapunto al desarrollo costero impulsado por el turismo de la ciudad. Diseñado como un edificio regenerativo, BaleBio almacena carbono en lugar de emitirlo, desafiando el modelo de construcción extractiva que está reemplazando la artesanía tradicional de la madera y el bambú con estructuras de concreto en toda la isla.
El campo — históricamente subestimado — ha emergido como un territorio fértil de posibilidades. Más que un "espacio marginado", el rural latinoamericano se afirma hoy como un verdadero laboratorio de experimentación arquitectónica, social y ecológica. Desde comunidades agroecológicas hasta tecnologías de bajo impacto, de las relaciones entre humanos, máquinas y otros seres vivos a las soluciones locales para desafíos globales como la crisis climática, la seguridad alimentaria y la migración — el campo está rediseñando, con autonomía e inventiva, su propio futuro.
En 1982, en una conferencia sobre construcción de tierra en Tucson, Arizona, una presentación inusual desafió todo lo que los arquitectos/as pensaban saber sobre los recursos rurales. En lugar de centrarse en técnicas de construcción, el presentador, el arquitecto Pliny Fisk III, desplegó una serie de mapas dibujados a mano que revelaron algo extraordinario: Texas rural no era escaso en recursos, como sugiere la sabiduría convencional, sino rico en materiales más allá de la imaginación. Los mapas mostraban ceniza volcánica perfecta para concreto ligero, depósitos de caliche que se extendían a través de vastos territorios y bosques de mezquite que podrían suministrar tanto pisos de madera dura como aislamiento. La revelación redefinió las nociones predominantes de valor en la arquitectura.
El teórico André Corboz, conocido por sus aportes a la lectura crítica del territorio, propone que las ciudades deben entenderse como un palimpsesto. Es decir, una superficie reescrita continuamente, donde las huellas de capas anteriores permanecen visibles incluso después de sucesivas intervenciones. Para él, la ciudad no es una entidad estática, sino un organismo en constante transformación, donde se superponen capas históricas, funcionales y simbólicas. Por ello, trabajar en proyectos de restauración o rehabilitación de edificios históricos es especialmente complejo, y exige una reflexión cuidadosa sobre el enfoque a adoptar: ¿deben las ampliaciones y renovaciones buscar una coherencia total con el lenguaje original, o afirmarse como expresiones arquitectónicas de su propio tiempo?
La presencia de inteligencia artificial (IA) en la arquitectura ya no es una promesa futurista, sino una realidad concreta que transforma radicalmente la manera de diseñar. En cuestión de segundos, sistemas computacionales son capaces de procesar y validar múltiples variables — formales, programáticas, contextuales, normativas — conduciendo a los arquitectos/as a soluciones altamente optimizadas. Sin embargo, mientras celebramos esta revolución algorítmica, surge una inquietud crítica: ¿puede la inteligencia arquitectónica limitarse a una operación lógica de datos? En respuesta, cobran fuerza enfoques que revalorizan modos de construir basados en la experiencia sensible, en la adaptación al territorio y en la transmisión intergeneracional de conocimiento. En este diálogo entre inteligencias artificiales y ancestrales, emerge una comprensión más profunda. La verdadera inteligencia no reside en las herramientas en sí, sino en la intencionalidad y la sensibilidad con que las utilizamos para responder a las complejidades del contexto.
Los entornos húmedos presentan algunos de los desafíos más complejos en el diseño arquitectónico. Desde la temporada de monzones tropicales del sudeste asiático hasta el calor ecuatorial de África Central, estos entornos exigen soluciones que consideren la intensa humedad, las altas temperaturas y la constante lucha contra el moho, la descomposición y el estancamiento. Sin embargo, durante siglos, las comunidades en estas regiones han desarrollado técnicas arquitectónicas que no luchan contra la humedad, sino que trabajan con ella, aprovechando materiales locales, diseño sensible al clima y técnicas de enfriamiento pasivo para crear espacios sostenibles y habitables. Al considerar la atmósfera como un fenómeno sensorial y climático, los arquitectos y arquitectas crearán espacios que no solo son evocadores, sino también responsivos, adaptativos y sostenibles.
Era necesario un cambio en la manera de hacer arquitectura en Colombia, y Taller Síntesis surge para materializar esta transformación, combinando una profunda comprensión del territorio y su contexto con soluciones arquitectónicas que se traducen en materialidad y espacios construidos. Sus obras destacan por su fuerte identidad cultural local, logrando un equilibrio preciso entre lo preexistente, lo nuevo y la armonía con el paisaje.
La sostenibilidad en la arquitectura a menudo se enmarca como un desafío universal, llevando a soluciones estandarizadas que priorizan la eficiencia sobre el contexto. Sin embargo, la arquitectura está inherentemente ligada a su entorno: los edificios interactúan con el clima, la topografía y la historia cultural de maneras que exigen especificidad. En lugar de depender de listas de verificación de sostenibilidad estandarizadas, ¿cómo puede la arquitectura abrazar soluciones específicas para cada sitio? Esta conversación está profundamente conectada al concepto de Genius Loci, o el espíritu de un lugar, introducido por Christian Norberg-Schulz y abrazado por arquitectos/as que abogan por diseños que resuenen con su entorno. Sugiere que la arquitectura no debe imponerse sobre un sitio, sino más bien emerger de él, informada por sus materiales, clima y significado cultural. Esta filosofía desafía la aplicación generalizada de tecnologías sostenibles genéricas, proponiendo en cambio que la sostenibilidad debe estar inherentemente ligada a la ubicación en la que opera.
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Escuela - taller. Image Cortesía de Erentia
Erentia es un proyecto que integra un estudio de arquitectura, un laboratorio y una asociación sin ánimo de lucro con sede en España. Desde la asociación se ha puesto en marcha una iniciativa para dar a conocer un programa de cooperación en Cuba, enfocado en la rehabilitación del fondo habitacional rural en el Valle del Palmarito de Viñales en Cuba. Dada la vulnerabilidad de esta región a ciclones y huracanes, el objetivo primordial es garantizar la seguridad estructural de las viviendas y disminuir la exposición a futuros eventos meteorológicos extremos.
https://www.archdaily.mx/mx/1027834/erentia-una-iniciativa-para-la-reconstruccion-sostenible-de-la-vivienda-rural-en-cubaEnrique Tovar
La mayoría de los habitantes de grandes centros urbanos ya debe haber deseado, al menos por un momento, cambiar el caos de la ciudad por el silencio y la tranquilidad de la naturaleza. Con el creciente deseo por esta experiencia, los sectores de turismo y hotelería en los países latinoamericanos han estado invirtiendo en complejos ubicados dentro de los bosques. Inspirados en el concepto de turismo ecológico, estos refugios están diseñados para integrarse al ambiente, utilizando materiales locales y técnicas tradicionales que respetan el ecosistema y promueven la sostenibilidad.
Cada año, el equipo de curaduría de proyectos y obras construidas de ArchDaily en Español selecciona lo mejor de la arquitectura regional. El objetivo no es solo compartirlo con nuestra audiencia, sino también destacar y promover las buenas prácticas dentro de la arquitectura contemporánea. Este trabajo detallado busca identificar proyectos que sobresalgan no solo por su diseño, sino también por su impacto positivo en el entorno, el uso innovador de materiales y técnicas, y su capacidad para responder a las necesidades actuales.
Del 2 al 6 de diciembre, se celebrará en Lima, Perú, la XIII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU), bajo el lema CLIMA: Acciones para el buen vivir. Desde 1998, la BIAU, promovida por el gobierno de España a través del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana (MIVAU), en colaboración con el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y con el apoyo de la Fundación ARQUIA, tiene como objetivo difundir buenas prácticas de arquitectura y urbanismo en Iberoamérica, fomentando un espacio de discusión en torno a los desafíos contemporáneos compartidos entre España y Latinoamérica. Tejiendo puentes de conocimiento entre ambos continentes, la BIAU abre sus puertas una vez más, ahora en Lima.
Hace miles de años, una cadena de volcanes y colinas formó un valle que se convirtió en el hogar de cinco lagos. Según la mitología indígena, esta zona sirvió como punto de referencia clave para la fundación de la antigua Tenochtitlan, marcada por la señal de un águila posada sobre un cactus, devorando una serpiente. En el apogeo de su esplendor, la ciudad estaba organizada dentro de un intrincado sistema de calzadas, muchas de las cuales todavía sirven como vías principales, junto con canales que conectan los cinco cuerpos de agua. Con el tiempo, acontecimientos como la colonización, la independencia, la revolución y la modernización transformaron su estructura y nombre, dando lugar a lo que hoy se conoce como Ciudad de México.
https://www.archdaily.mx/mx/1023082/ciudad-de-mexico-una-metropolis-bulliciosa-y-en-evolucion-construida-sobre-cinco-lagosEnrique Tovar
El Premio Mies Crown Hall de las Américas (MCHAP) ha anunciado el ganador del quinto premio MCHAP.emerge: el Centro de Producción Comunitaria Las Tejedoras en Guayas, Ecuador, diseñado por el arquitecto Natura Futura José Fernando Gómez y el arquitecto Juan Carlos Bamba. El proyecto ofrece un centro para artesanas locales, proporcionándoles espacios para aprender, crear y exhibir sus creaciones textiles. El anuncio del ganador se hizo en la Conferencia sobre Práctica Crítica celebrada en el S. R. Crown Hall de Mies van der Rohe, un evento inaugural que reunió a los cuatro finalistas de MCHAP.emerge para abrir conversaciones sobre el futuro de la profesión de la arquitectura en las Américas.
En el año 2019, la Secretaría de Desarrollo Urbano contrató a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México para convocar a un concurso dirigido al desarrollo de obra pública de pequeña escala en regiones vulnerables del norte de México. En ese momento, los arquitectos egresados de la mencionada universidad, Gabriela Carrillo, Carlos Facio, José Amozurrutia, Eric Valdez e Israel Espín, se reunieron para participar con su propuesta a este desafío. Convencidos de la importancia de conformarse como equipo y entendiendo que la arquitectura surge en esos momentos de discusión colectiva, intercambio de ideas y posturas, y del compartir el conocimiento y la experiencia de cada uno, formaron el colectivo de arquitectura C733.
Está claro que la infraestructura educativa es clave para toda comunidad. Cuanto mejor sea la calidad de estos espacios, mejor será el aprendizaje de quienes los utilizan. Sin embargo, estos establecimientos a menudo cumplen una función mucho más abarcativa que la meramente educativa. En comunidades del Sur Global, en países como Perú o Vietnam, donde gran parte de la población vive en zonas rurales alejadas de los centros urbanos, no solo son escasos los espacios educativos, sino que también faltan puntos donde toda la comunidad —no solo los estudiantes— pueda reunirse.
El uso de la madera en la construcción de casas chilenas da cuenta del aprovechamiento de un recurso renovable presente en el país. Además, puede ser un material sumamente sustentable cuando se produce y procesa bajo ciertas condiciones ya que puede tener muy baja huella de carbono. Como sistema constructivo se caracteriza por su calidez, resistencia y durabilidad.