Vivienda social en Latinoamérica: diseño capaz de establecer 'pertenencia emocional'

Desarrollada por Nikos A. Salingaros, David Brain, Andrés M. Duany, Michael W. Mehaffy y Ernesto Philibert-Petit, esta serie de artículos ofrece un sistema de prácticas óptimas para la vivienda social, basadas en la experiencia, aplicables en situaciones generales. Se discuten una serie de ejemplos en el contexto latinoamericano, y las soluciones adaptables están enfocadas en la sustentabilidad a largo plazo, con el fin de ayudar a los residentes a arraigarse en su ambiente construido.

Se proponen, entonces, nuevos aportes a la ciencia de la complejidad, en particular, el trabajo de Christopher Alexander sobre cómo evolucionar exitosamente la forma urbana. Con la aplicación de las herramientas conceptuales del 'Lenguaje de Patrones' y los 'Códigos generativos', estos principios apoyan soluciones previas derivadas de otras, que nunca se habían propuesto como formas viables.

La nueva metodología presentada aquí ofrece una prometedora alternativa para las fallas de de las tipologías estándar de vivienda social favorecidas por los gobiernos alrededor del mundo, que han probado ser inhumanas y en última instancia, insostenibles.

Esta serie de artículos define nuevas y prometedoras soluciones para el futuro de la vivienda social. Ha sido preparado como un informe de comprensión por uno de los autores (NAS) para Brasil pero es aplicable en general para toda América Latina. Uno de nosotros (AMD) está diseñando vivienda social en Jamaica y otros sitios del Caribe. Dos de los autores (AMD y MWM) están involucrados directamente con la reconstrucción después de la devastación provocada por el huracán Katrina en el sur de los Estados Unidos, que enfrenta realidades similares, aunque no idénticas. Otro de los autores (EPP) ha investigado la conectividad peatonal en el tejido urbano y está involucrado en la creación de soluciones para proveer en gran escala, vivienda subsidiada por el gobierno en México. El otro autor (DB) ha estudiado por mucho tiempo la influencia de la forma urbana en el bienestar social y la sustentabilidad de la comunidad, un factor crucial en nuestra discusión.

Arquitectura Social en México: Casa Cubierta de Comunidad Vivex. Image © Ana Cecilia Garza Villarreal

Un proyecto es exitoso si es mantenido y amado por sus habitantes

El reto de la vivienda social es un componente importante para el crecimiento urbano mundial, y deseamos presentar una metodología comprensible para mejorar radicalmente su realización. El éxito será medido en términos humanos, por ejemplo, el bienestar físico y emocional de los residentes. Consideramos que un proyecto es exitoso si es mantenido y amado por sus habitantes y también si su tejido urbano se une de forma sana e interactiva con el resto de la ciudad. Por otro lado, consideramos que un proyecto no es exitoso (y por lo tanto insostenible) cuando es odiado por sus habitantes por distintas razones, desperdicia recursos, contribuye a la degradación social, aísla a los residentes de la sociedad o decae físicamente en un corto período de tiempo.

‘Ciudad Dormitorio’ en Lima: Módulo habitable productivo para asentamientos informales. Image Cortesía de Natura Futura Arquitectura

La esencia del acercamiento presentado aquí es la de aplicar un PROCESO sostenible y no una IMAGEN específica de diseño y construcción. Hasta ahora, se construye de acuerdo a una imagen preparada de cómo debían verse los edificios y cómo deberían estar acomodados. En contraste, en nuestro proyecto no existe una imagen en un principio: ésta emerge del proceso mismo, y es clara sólo después de que todo está terminado.

Podemos dirigirnos hacia una solución más cuidadosa y satisfactoria refiriéndonos al trabajo de Christopher Alexander — uno de muchos pioneros que propusieron que el tejido urbano debería seguir un paradigma orgánico — y puede incluir trabajo teórico y práctico que por varias razones no ha sido ampliamente aplicado. Lo que ofrecemos está sustentado en la evidencia de muchos ejemplos de prácticas tradicionales a través de los siglos. En vez de esto, los gobiernos optan por la imposición de esquemas y tipologías que últimamente han generado hostilidad para el tejido urbano de vivienda social por sus ocupantes. Analizaremos las razones de esta hostilidad para prevenirla en el futuro. Las soluciones relativamente simples presentadas aquí son genéricas. Aunque éstas fueron pensadas para América Latina, pueden adoptarse en el resto del mundo con algunas modificaciones menores. Este estudio realza lo suficiente las ideas generales para aplicarlas en sitios donde las condiciones locales que producen vivienda pueden ser totalmente distintas.

Arquitectura Social en México: Casa Cubierta de Comunidad Vivex. Image © Ana Cecilia Garza Villarreal

Podemos aprender de enfoques innovadores sobre vivienda subsidiada por el gobierno, desarrollada por grupos independientes en muchos y diferentes emplazamientos y condiciones. Muy pocos de los proyectos construidos en las décadas pasadas pueden ser juzgados como verdaderamente exitosos utilizando criterios de bienestar físico y emocional de los residentes. Las pocas soluciones excelentes tienden a olvidarse porque no satisfacen ciertas propiedades icónicas (que discutiremos más adelante en este escrito). Sorprendentemente tal vez, también referimos tipologías exitosas desarrolladas para comunidades sostenibles de niveles económicos más altos.

Utilizando una aproximación de “manejo de complejidad”

Este trabajo combina dos aproximaciones mutuamente complementarias (y las contrastará con los métodos existentes). Por otro lado, daremos algunas reglas prácticas explícitas para la construcción de vivienda social. Cualquier grupo o agencia que quiera comenzar inmediatamente debe implementar esto — con las modificaciones locales correspondientes — en sus proyectos actuales. Por otro lado, presentaremos un respaldo filosófico y científico para la vivienda social y sus implicaciones culturales. El propósito de este material teórico es el de “dar acceso” a argumentos de sentido común; para crear las condiciones que seguramente permitan y apoyen lo que se vuelva efectivamente natural. La gente, actuando como agentes locales inteligentes, debe aplicar métodos que han evolucionado exitosamente por milenios desarrollando casas que sean propiedad del usuario — como parte de la producción de comunidades sanas construidas por los residentes.

Centro Comunitario Nuevo Amanecer: del taller universitario a una comunidad en Chosica, Perú. Image Cortesía de Archivos T3 ALBORDE

Esta metodología reconoce e incorpora cuestiones de auto-organización de los asentamientos humanos a  través de la historia, utilizando una aproximación de “manejo de complejidad” en vez de una aproximación lineal “de arriba hacia abajo”. Proponemos el aprovechamiento del talento en diseño y la energía para la construcción, de la misma gente, actuando como agentes locales, dentro de un sistema que nosotros manejamos sólo para ayudar a generar y guiar esta complejidad evolutiva. De este modo, los procesos “de abajo hacia arriba” permiten el desarrollo orgánicamente, aunque dirigidas por ciertas restricciones basadas en experiencias previas. Por otro lado, las intervenciones “de arriba hacia abajo” deben realizarse cuidadosa y experimentalmente (esto es, con retroalimentación), permitiendo más interacción con los procesos “de abajo hacia arriba” de menor escala.

Centro Comunitario Nuevo Amanecer: del taller universitario a una comunidad en Chosica, Perú. Image Cortesía de Archivos T3 ALBORDE

Nuestra propuesta va más allá de la vivienda que es literalmente construida por el propietario en el sentido de que los propietarios literalmente clavan clavos y cuelan el concreto. Es importante que experimenten el proceso de diseño y construcción como SU proceso. Todo esto con el propósito de establecer conexión y compromiso. El punto clave es que el proceso establezca compromisos reales, sea lo suficientemente ágil para responder a procesos adaptables y pueda causar compromiso sin llegar a dinámicas sociales de inequidad que vayan en incorrecta dirección. Lo más importante es que el proceso puede tomar ventaja de la tecnología y la habilidad. Estamos proponiendo algo que va más allá de dejar que los pobres vean por sí mismos – deseamos impulsarlos con las últimas herramientas y el más alto y sofisticado entendimiento de la forma urbana.

Un modelo industrial anticuado

Como muchos autores han descrito previamente (como Alexander et. al. (1977), Jacobs (1961), Turner (1976)), la establecida práctica de la planeación ha tendido a seguir anticipadamente un modelo industrial anticuado. Este modelo surgió en los años 20 y fue generalmente adoptado en el periodo siguiente a la Segunda Guerra Mundial. Estaba basado en un paradigma “de arriba hacia abajo” de comandos y controles, dirigido a la predicción y provisión de planeación. Existen investigaciones que demuestran ampliamente que este modelo no refleja suficientemente el tipo de problema científico que es una ciudad, porque el modelo ignora la enorme complejidad física y social de un tejido urbano exitoso. Increíblemente, ni siquiera permite las interacciones humanas dentro del ambiente construido. Las equivocaciones resultantes y las consecuencias involuntarias están bien documentadas. Mientras la ciencia desarrolla herramientas de investigación más exactas y precisas para el estudio analítico de dicho fenómeno auto-organizativo (que incluye a las ciudades), es necesario proponer un nuevo urbanismo radical. Deseamos impulsar a la gente con autoridad hacia una nueva metodología, basada en recientes investigaciones urbanas.

Vivienda Social en Venezuela. Image © The Photographer. Vía Wikimedia, licensed by CC BY-SA 3.0

El problema no es sólo la falta de complejidad física. La clave para realizar sitios urbanos es realmente la relación entre la complejidad de la forma espacial y la complejidad del proceso social. Si fuera sólo cuestión de complejidad física, uno podría imaginar que un proceso “de arriba hacia abajo” podría utilizarse para simular esta complejidad — digamos, un algoritmo informático. El punto crucial es que esta complejidad física implica y expresa vida social. Esto es, en ciertos aspectos, relaciones sociales en otros medios (por ejemplo, artefactos y espacios construidos). De algún modo, la respuesta comienza en la reconcepción del ambiente construido en sí mismo como un proceso social, no sólo como un producto o contenedor. Esto adquiere importancia después cuando hablamos acerca del mantenimiento, pues el proceso de obtención de carácter de este tipo de propiedades sólo empieza cuando los residentes habitan las viviendas.

Analogía con los Ecosistemas

Aquí hay una incompatibilidad básica: el tejido urbano orgánico es una extensión de la biología humana, mientras que la construcción planeada es una visión artificial del mundo impuesta en la naturaleza por la mente humana. El primero está lleno de vida pero puede ser pobre e insalubre, mientras que el segundo casi siempre es limpio y eficiente, pero estéril. Una de estas dos morfologías contrastantes puede ganar sobre la otra, o pueden ambas alcanzar algún tipo de equilibrio de coexistencia (como ha sucedido en muchos sitios de Latinoamérica). En el movimiento de la “auto construcción”, el gobierno acepta que los dueños construyan sus propias casas y les proporciona materiales y entrenamiento para ayudarlos a establecer las redes de electricidad, agua y drenaje.

© Hogar de Cristo. Via Wikimedia, licensed by CC BY-SA 4.0

La “vivienda social” se entiende normalmente como un proyecto de vivienda para los pobres, construida y financiada por el gobierno o por una organización no gubernamental. Sus ocupantes pueden comprar las unidades, pero normalmente se rentan con precios bajos subsidiados, o hasta las pueden conseguir gratis. En estas instancias, los residentes viven ahí por cortesía (y están sujetos a niveles variantes de control) de los dueños del sitio. Un asentamiento irregular, por otro lado, es un desarrollo auto-construido en un terreno que no es de los residentes y que es ocupado sin permiso y que frecuentemente se utiliza sin permiso. Como los asentamientos irregulares son ilegales, el gobierno generalmente se niega a dar cualquier sentido de legalidad en la compra de lotes individuales. En muchos de los casos, también se niegan a conectar esas casas a las redes utilitarias (electricidad, agua y drenaje) del resto de la ciudad. Como resultado, las condiciones de vida aquí son las peores.

Case Study: The Unspoken Rules of Favela Construction. Image © Solène Veysseyre

La vivienda social y los asentamientos irregulares son los sitios en donde habitan los más de un billón de personas más pobres del mundo. Discutiremos estos dos fenómenos urbanos simultáneamente y ofreceremos resoluciones ideológicas y espaciales entre la competencia que existe entre estas dos situaciones. Como punto de partida básico, la vivienda de los pobres representa el nivel más bajo del ecosistema urbano mundial. Las distintas fuerzas dentro de la sociedad humana generan ambos tipos de sistemas urbanos: ya sean la vivienda social subsidiada por el gobierno, o los asentamientos irregulares. Christopher Alexander (2001-2005), Hassan Fathy (1973), N. John Habraken (1972) y John F. C. Turner (1976) entre otros, han reconocido esta competencia antes que nosotros y han propuesto un acomodo de los dos sistemas. Turner ayudó a construir muchos proyectos en Perú y México y aconsejó a otros para que implementaran estas ideas en todo el mundo.

La competencia entre los asentamientos auto-construidos y la vivienda social construida por el gobierno

La analogía de los ecosistemas también explica y hasta cierto punto justifica la vigilancia por la cuál los gobiernos previenen que los asentamientos irregulares invadan el resto de la ciudad. Si la ley o una intervención directa los detiene, los invasores se mudan dentro de terrenos privados y públicos. Estamos describiendo la competencia de las especies por el mismo espacio disponible. Cada especie (tipología urbana) quiere desplazar a todas las demás. Los asentamientos irregulares pueden apropiarse de toda la ciudad si se les permite (por ejemplo, en El Cairo, se han adueñado de todos los techos planos de los edificios comerciales; en los Estados Unidos la gente construye refugios temporales en parques públicos y debajo de los pasos a desnivel de las calles de alta velocidad). Al gobierno, en cambio, le gustaría deshacerse de todos los asentamientos irregulares. Los gobiernos en el mundo asumen que deben construir vivienda planeada para reemplazar los sitios con viviendas autoconstruidas. Eso es muy caro para ser posible.

Como un sistema verdaderamente orgánico, las ciudades están mejor sin controles centrales. Sin embargo, la organización de sistemas urbanos que compiten entre sí nunca se convirtió en una práctica común. Aunque las ideas básicas sobre asentamientos tradicionales han estado presentes, se han perdido elementos clave para su entendimiento. Ahora ofrecemos la habilidad para crear vivienda como un proceso DINÁMICO (combinando lenguajes de patrones con códigos generadores: ver próximas secciones). Se necesitan intervenciones que comiencen con nuevos proyectos de vivienda. El mismo proceso dinámico puede aplicarse en ambientes ya construidos con el fin de adaptar un gran número de proyectos de vivienda informales (favelas y otros) proporcionándoles condiciones de vida aceptables.

Case Study: The Unspoken Rules of Favela Construction. Image © Solène Veysseyre

La competencia se da entre todos los estratos económicos (“especies”) que utilizan el terreno u obtienen alguna ganancia de él. En las ciudades latinoamericanas la especulación urbana deja una enorme cantidad de terrenos, con todos los servicios en sitio, sin desarrollar y por lo tanto desperdiciados. La población más pobre tiene entonces que encontrar espacios en las cercanías y pagar altos precios por el agua y otros servicios, sin contar con el beneficio de vivir cerca de su principal fuente de recursos (la ciudad central). Esto provoca un severo problema para el gobierno. En vez de catalogar esta práctica como “injusta” (que no lleva a ningún cambio), precisamos sus enormes costos acumulativos para el futuro.

Dentro de los varios esquemas de vivienda social realizados a través del tiempo, se acepta ampliamente (con algunas excepciones) que la favela auto construida, no planeada, avergüenza al gobierno y tiene que ser destruida lo más pronto posible. Esta aseveración es falsa. Muy pocas personas con grados de autoridad consideran las ventajas económicas y urbanas de los asentamientos pobres. La geometría de los edificios, lotes y los patrones de las calles se ha desarrollado (evolucionado) en su mayoría orgánicamente, y aquí argumentaremos que la favela ofrece una demostración instructiva y espontánea del proceso económico eficiente y rápido para proveer de vivienda a la gente.

La favela tiene un mecanismo de auto saneamiento

Las desventajas de las favelas no son inherentes al sistema urbano en sí. Su geometría orgánica es perfectamente sana, es más: es precisamente el aspecto por la que es vehementemente rechazada. Simplemente no encaja con la imagen estereotípica (y científicamente anticuada) de lo que un tejido urbano progresivo debe parecer — limpio, suave, rectangular, modular y estéril. La geometría orgánica de la favela está relacionada con el acto ilegal de invasión y con la falta de legislación adecuada. La geometría en sí representa “un enemigo para el progreso” para la administración. No podemos construir tejido urbano vivo (o salvar porciones existentes) hasta que sobrepasemos esos prejuicios. La favela tiene un mecanismo de auto saneamiento, ausente en la mayoría de los esquemas de vivienda hechos “de arriba hacia abajo”. El crecimiento orgánico también repara el tejido urbano en un proceso natural, algo de lo que carecen la mayoría de los proyectos de vivienda geométricamente rígidos.

Case Study: The Unspoken Rules of Favela Construction. Image © Sara Ulloa

Irónicamente, la geometría orgánica de la favela está típicamente de acuerdo con los puntos de vista imperativos de la Izquierda y la Derecha en un estado moderno, provocando interés en la respuesta de cuestiones sociales que están propiamente controladas. Algunos intereses sobre el control tienen que ver con un interés literal en el orden administrativo racional que está relacionado con el control social. Sin embargo, esto puede reflejar la necesidad del estado de legitimar estas intervenciones demostrando racionalidad, o su necesidad de mantener los rituales burocráticos de contabilidad al distribuir los recursos públicos, o su respeto por las convenciones de propiedad privada. También puede ser una preocupación sincera de reforma para elevar los estándares de vida de los pobres de modo que sea eficiente y cuente con procedimientos justos, de forma que esté motivado por principios democráticos.

Una geometría ordenada da la impresión de que la entidad constructora tiene el control. Si esto es intencional (para demostrar la autoridad del estado) o subconsciente (copiando imágenes de libros de arquitectura), los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales prefieren ver esta expresión de su propia “racionalidad” en los edificios. Partiendo de este punto, este conjunto de tipologías denotan cierta relajación de la autoridad; o provocan ciertas dudas de la respetuosa legitimidad en la distribución de recursos que no están sujetos a cuidadosos procedimientos burocráticos de contabilidad. 

Ambos puntos se evaden porque tienden a desgastar la autoridad del estado, particularmente bajo regímenes donde los derechos de la propiedad privada son parte importante de los sistemas y regulaciones legales. Los asentamientos irregulares morfológicamente complejos están en conjunto fuera del control del gobierno. Una forma de tomar el control es mover a sus residentes a viviendas construidas por el gobierno. En una triste y catastrófica confirmación de nuestras ideas, varios gobiernos en África han demolido viviendas periódicamente, llevando a sus residentes a vivir en espacios abiertos. 

"Pillo Peraza" por PICO: reformulación de una vivienda unifamiliar estatal de interés social. Image

Resumen de los ensayos posteriores

En los trabajos subsiguientes, desarrollaremos la metodología actual para describir el proceso de diseño y construcción; la participación de los organismos políticos y no gubernamentales en la planificación; y detalles para la adaptación de las favelas. También vamos a incluir una secuencia generativa explícita para la construcción de viviendas sociales en una pradera o campo abierto.

Este trabajo es muy complejo y se enfrenta con muchas cuestiones, por lo que necesitamos esquematizar esta exposición. Las primeras secciones proveen el respaldo y critican las prácticas actuales. La Sección 2 revisa las prácticas estándar y las tipologías de los programas “de arriba hacia abajo” de vivienda social y recomienda que se remplacen (o al menos se complementen) con algún proceso “de abajo hacia arriba”. La Sección 3 describe con exactitud la manera en que la “geometría de control” arruina hasta el mejor intencionado esquema haciéndolo inhumano.

Las siguientes secciones ofrecen herramientas específicas para el diseño. La Sección 4 explica mecanismos para el establecimiento de conexiones emocionales con el ambiente construido. Un componente crucial es la Biofilia, o necesidad de estar conectados directamente con vida vegetal. También se discuten los lugares sagrados y su rol al establecer un sentido de comunidad. La Sección 5 revisa el trabajo de Christopher Alexander, especialmente su trabajo más reciente sobre códigos generativos. La Sección 6 argumenta en contra del enfoque del master plan ajustable y sugiere un proceso de planeación iterativo y dinámico. La Sección 7 revisa los patrones Alejandrinos y describe su transición a códigos generativos. La Sección 8 provee, en los más amplios términos, nuestra metodología para la planeación de un asentamiento. Sugerimos la obtención de un permiso de construcción por un proceso en vez de por un diseño en papel. La Sección 9 contiene un conjunto explícito de códigos que describen la estructura de servicios en un proyecto de vivienda social. La Sección 10 presenta las herramientas complementarias de diseño con la descripción de lo códigos generativos que se necesitan para este tipo de proyecto.

* Traducción al Español de Nuria Hernández Amador, revisada por Ernesto Philibert Petit. (El presente artículo fue preparado originalmente para ser presentado en Brasil. En esta traducción al Español, los traductores hemos decidido mantener el vocablo en Portugués “favela”, que se utilizó en el texto original en Inglés, que significa en una sola palabra, asentamiento irregular, ciudad perdida, tugurio, etc. — Nota de los Traductores.) 

Presentado por N.A.S. como discurso de apertura en el Congreso Ibero-Americano de Vivienda Social en Brasil, Florianópolis, 2006.

Bibliografía

  • Christopher Alexander (2001-2005) The Nature of Order: Books One to Four (Center for Environmental Structure, Berkeley, California).
  • Christopher Alexander, S. Ishikawa, M. Silverstein, M. Jacobson, I. Fiksdahl-King & S. Angel (1977) A Pattern Language (Oxford University Press, New York). Edición española (1980) Un lenguaje de patrones (Gustavo Gili, Barcelona).
  • Hassan Fathy (1973) Architecture for the Poor (University of Chicago Press, Chicago, Illinois). Edición en Español (1982) Arquitectura para los pobres (Extemporáneos, México).
  • N. J. Habraken (1972) Supports: an Alternative to Mass Housing (Urban International Press, London & Mumbai). Edición en Español (1976) Soportes: una alternativa al alojamiento de masas (Alberto Corazón, Madrid). 
  • Jane Jacobs (1961) The Death and Life of Great American Cities (Vintage Books, New York). Edición española (2011) Muerte y vida de las grandes ciudades (Capitán Swing, Madrid). 
  • John F. C. Turner (1976) Housing by People (Marion Boyars, London). Edición en Español (1977) Vivienda, todo el poder para los usuarios : hacia la economía en la construcción del entorno (Hermann Blume, Barcelona). 

Sobre este autor/a
Cita: Nikos A. Salingaros, David Brain, Andrés M. Duany, Michael W. Mehaffy & Ernesto Philibert-Petit. "Vivienda social en Latinoamérica: diseño capaz de establecer 'pertenencia emocional'" 07 mar 2019. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/908828/vivienda-social-en-latinoamerica-diseno-capaz-de-establecer-pertenencia-emocional> ISSN 0719-8914

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